Quince

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No corregí errores ortográficos.

- El juez leerá ahora los resultados, por favor guarden silencio - Todos en la sala se callaron abruptamente, el juez aclaró su garganta.

- Con el 0.0% de compatibilidad declaró que la niña Victoria Hemsworth Lawler no es hija del señor Ernets. Queda claro que él no a cometido adulterio, la demanda del divorció seguirá empie hasta sumar todos los vienes y repartirlos en partes iguales, la secion de hoy a terminado - Golpeó con su pequeño marro de madera.

Emma agradeció de que todo eso ya hubiera terminado, la cabeza le punsaba a tal medida que creyó le estallaria, con la pequeña en sus brazos camino acompañada de Ernest hasta el auto.

- Me hubiera encantado verle tomado una foto a la cara de mi todabia esposa - Se río por unos instantes.

- Yo sólo deseaba salir de ahí - El auto empezó avanzar.

Destapó la carita de su hija, tenía sus pequeños ojos bien abiertos, le sonrió y le empezó acariciar las mejillas sonrosadas, la niña soltó un quejido y empezó a llorar, la empezó aruyar pero seguía con el llanto a todo pulmón, como si algo le dolierá, su cara estaba roja.

- Ya pequeña - La abrazaba junto a su pecho, sabía que no tenía hambre porque no hacia ni media hora había comido, tal vez era el pañal, movió el roperio que la vestía pero comprobó que estaba limpio.

- Al hospital - Gritó Ernest, de un momento a otro Victoria estaba pálida.

- ¿Qué te pasa, cariño? - Emma sabía que no iba a recibir respuesta pero se sentía desesperada.

El chófer conducía a una velocidad alta, esquivando todo a su paso, por el retrovisor miró las luces de una sirena, no le importó y siguió hasta que miró el primer hospital, estaciono en la entrada. Con toda la rapidez que pudo se bajo del auto junto a Ernest.

- Un doctor - Empezó a gritar entrando, enfermeras se acercaron. Con cuidado se la quitaron de los brazos y la pusieron en una pequeña camilla, un doctor se acercó y puso el estetoscopio.

- Pasenla a urgencias, quiero que tengan el oxígeno listo, no alcanza a tomar aire por si sola - Gritaba el doctor mientras corría junto a la camilla.

- Señora, espere aquí - La tomo una enfermera, vio como las puertas se cerraban.

- Necesito verla, suelteme - Forcejeo por soltarse pero Ernest la tomó llevándola a algún asiento.

- Emma - Trataba de tranquilizarla - Emma, mirame, ella estará bien - La tomo del rostro.

- Quiero estar junto a ella - Sollozo, y descanso la frente en su hombro dejando salir las lágrimas.

- Estará bien, ten fe - Acariciaba su espalda de arriba a bajo, intentando calmar su llanto - Avisaré a John.

- Yo hablaré con él - Ella se puso de pie y limpio las lágrimas.

- Te traeré un poco de agua.

- Gracias - Lo miró alejarse, sacó su móvil y presionó el nombre de él en la pantalla. Casi iba al cuarto tono cuando escucho su voz.

- Emma - Se tragó el nudo el la garganta.

- John - La voz le tembló, al instante él se puso tenso.

- ¿Esta todo bien? - John se encontraba en un almuerzo con un posible comprador, apenas tenía dos días de haber llegado a Nueva York, en cuanto puso un pie fuera del avión fue a ver a su hija.

- Victoria - No pudo contener un sollozo, John sintió como el cuerpo se le tensaba - Estamos en el hospital - No podía articular bien las palabras.

Dulce llegadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora