No corregí errores ortográficos. Antes de que juzguen.
- Lean con música.
Emma desperto agitada y sudorosa, las pesadillas eran diarias, desde que llego a Nueva York no dejaba de tenerlas, ya casi dos semanas de estar ahi y no encontraba trabajo, no queria recurrir a la ayuda de Ernest, él hablaba casi a diario con ella, supo que lo del divorcio ahora si iba en serio y que tenia pruebas. Se sentia desesperada.
Miro la hora en el reloj, las siete, como todos los dia se alisto y salio para ir en busca de trabajo, habia ido ya a varias emprezas, consultorios medicos, tiendas de autoservicio, librerias y cafeterias, pero nada aun. Tomo las llaves del auto y condujo al cajero mas sercano, miro la pantalla.
$50.00 dolares.
Los tomo y fue a la gasolinera mas sercana, puso el conbustible y condujo al centro de la gran manzana, cuando llego estaciono el auto a unas cuantas calles, conducir ahi era de locos, camino por la acera repleta de gente, en una esquina se detubo y miro hacia los lados, no miro nada que le interesara y siguio caminando. Miro una calle llena de trafico y en la otra acera estaba un enorme edificio que era de una empresa, como el trafico no se movia ni un centimetro decidio caminar entre los carros. Un auto dio reversa y sin ella fijarse paso, le dio un golpe fuerte al costado que la tiro al pizo de inmediato, el auto para en seco al escuchar el golpe y el hombre del asiento trasero bajo como un rayo al igual que su chofer.
- Señorita - Dijo el hombre que portaba un traje elegante y sofisticado, se le notaba la preocupación en su voz - ¿Esta usted bien?, Mario llama a una ambulancia - Le grito al chofer, Emma se tomaba el costado, le dolia demaciado. Se arrodillo junto a ella, no la queria mover, no hasta que llegaran los paramedicos. Minutos despues se escuchaba la ambulancia sonar.
El trafico como pudo se aparto y le permitio entrar, la levantaron en una tabla de esas que usan los paramedicos y la subieron a la ambulacia.
- ¿Quien la acompaña? - Pregunto un chico.
- Yo - Dijo el hombre de traje, cuando llegaron al hospital la pasaron a emergencias.
- Mi bebe, mi bebe - Era lo unio que podia decir Emma. El dolor era casi insoportable.
- ¿Cuanto tiene de gestacion? - Pregunto una enfermera.
- Casi dos meses, duele... duele mucho - Se tomo donde fue golpeada, le pusieron para el dolor y cuando vieron que estaba bien la pasaron a piso. El hombre seguia ahi, sentado en la habitacion donde estaba Emma.
- Buenos dias - Entro una doctora que descaradamente miro al hombre de traje que Emma aun no conocia, el enseguida se puso aun lado de ella, estaba muy preocupado - Pueden estar tranquilos, su bebe esta bien - Emma y el hombre se miraron desconcertados - Solo tienes dos costillas rotas, necesitas reposo y en un par de semanas estaras bien, tienes aun buen hombre a tu lado - Lo volvio a deborar con la mirada.
- No, no somo nada, yo fui el responsable del accidente.
- Lo siento - Dijo avergonzada - Te dare unos analgesicos para el dolor y en un par de horas podras salir, solo tienes que ir a recepcion y...
- Por los gastos no se preocupe - La interrumpio el hombre. La doctora asintio y salio de la habitacion.
- Yo... le agradesco señor... - No sabia el nombre.
- Ethan, Ethan West - Se presento.
- ¿Me permitiria usar su movil? Necesito hacer una llamada y el mio no se donde quedo.
- Seguro, lo que usted quiera - Le entrego su movil que era un Iphon ultimo modelo y estaba bloqueado.
- Umm... podria quitarle la contraseña - Dijo con timides, el hombre habia olvidado quitarsela.
ESTÁS LEYENDO
Dulce llegada
RomanceEl amor mas profundo e incondicional, el de una madre. Registrada en SafeCreative Código: 1507194668133