Todo por dinero

Capítulo 12

Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

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Capítulo 12

PoV Peeta

Salgo de mi casa decidido a esperar a Katniss afuera de la suya, ya que tiene varios días desde que no he hablado bien con ella, parece molesta y eso es algo que me desconcierta. Si hice algo mal quiero aclararlo de una vez en lugar de dejar pasar tiempo.

Comienzo a preocuparme al darme cuenta que se esta haciendo tarde, me imagino mil escenarios donde Katniss está en peligro. Posiblemente la atropellaron o tuvo un accidente en la pastelería o fue secuestrada por un tipo mas grande que un ropero de nombre Cato que solo quiere...

--Chico ¿que haces ahí?- Haymitch me saca de mis pensamientos.

-- Estoy esperando a Katniss- le digo algo rojo.

-- ¿Por qué?

-- Necesito hablar con ella.

-- En verdad me parece que eres un poco acosador-dice riendo mientras se sienta a mi lado.

No tiene que decirlo, sé que eso parezco. Es solo que me gusta verla aunque sea de lejos, siempre busque el valor necesario para poder hablar con Katniss, pero jamás lo encontré. Por eso ahora que tenemos esta relación de amistad, no estoy dispuesto a que malos entendidos o problemas insignificantes me alejen de ella.

--Vaya que tienes suerte chico-dice- Esa chica con la que has intentado hablar por mucho tiempo se convierte en tu vecina.

-- Lo sé. Me siento afortunado- admito con una sonrisa.

-- Aunque tiene su mal genio, me agrada. No la dejes ir- dice mientras se levanta para irse a su casa- descansa.

Aun sigo inquieto porque Katniss no regresa. Pienso que si en una hora no llega la iré a buscar. Mi corazón se tranquiliza cuando veo que ella se acerca acompañada del muchacho que trabaja en el restaurante de Sae. Puedo notar que él siente algo por ella, aunque no quiero saber si ella siente lo mismo por él, ya que eso me destrozaría.

En cuanto nuestras miradas se cruzan ella se despide de su amigo, inmediatamente este la detiene, en ese momento siento ganas de ir y apartarla de ella, pero decido no entrometerme.

Cuando deja de discutir con su amigo, ambos entramos en la casa de ella. Descubro que esta avergonzada por lo que había pasado con lo de pan. La intento tranquilizar contándole que le había llevado una dona de chocolate a Delly, escucho decepción en su voz al decirme.

--Le horneaste una dona de chocolate que amable.

Celos, esta sintiendo celos por mí. Rió fuertemente con la sola idea de que eso pase, ella me mira sin entender y decido aclararle que no fui yo el que la horneo, ya que quiero que entienda que a nadie más que a ella le hago panes. Con una sonrisa me invita a quedarme a ver televisión, lo que acepto inmediatamente.

Esa noche sueño con un recuerdo de hace muchos años, un recuerdo que me es imposible olvidar, pero nunca se había presentado en mis sueños.

Me encuentro en el bosque con mi Padre. A lo lejos un hombre de tez oscura y ojos grises lo saluda, mi padre le sonríe acercándose para poder estrecharle su mano. El hombre sujeta con su otra mano a una niña muy parecida a su padre. Observo detenidamente a esa niña que no parece interesada en nadie más que los dientes de león que se encuentran en el camino.

-- Es la mayor-dice el hombre de los ojos grises.

Con una sonrisa triste mi padre dice- Se parece mucho a ti.