Capítulo 50

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Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

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Este capítulo se lo dedico a LuliLualdi. Muchas gracias por tu apoyo.

Capítulo 50

Vi algo en su expresión, en su mirada pérdida intentando enfocarse en mí. De golpe entra a mi casa sin que yo lo invite, un poco molesta cierro la puerta.

--Gale, ¿qué haces aquí?- le digo molesta.

-- ¿Qué? ¿Solo el tal Peeta puede visitarte en las noches?

-- Eso es algo que no te importa- le contesto cada vez más molesta.

-- Sabes Katniss estaba pensando que no me gusto que hayas rechazado mi dinero- puedo oler el alcohol salir de su boca.

-- Siento mucho haberte ofendido, pero no lo necesito. Llamare un taxi para que te lleve a tu casa, en esas condiciones no creo que puedas llegar.

El ríe- Me gaste algo del dinero que te diste el lujo de rechazar en unas cuantas cervezas.

-- Te dije que ese dinero debía ser para tu familia.

-- Yo puedo gastar ese dinero en lo que quiera. Lo ahorre para ti, para liberarte del compromiso con el hijo del rey del pan, para que fueras mía.

-- Gale, no puedo ser tuya. No de la manera en que quieres- le digo.

Me duele darme cuenta que Gale aun tiene esperanzas de que yo aun pueda estar enamorada de él y de que pueda deje a Peeta. Cansada de esta situación me acerco al teléfono que está en la entrada para llamarle al Taxi y lo recoja. Es antes de que pueda alzar el teléfono que me acorrala bruscamente contra la pared en la que a veces Peeta y yo nos hemos besado. Es el beso de mi chico del pan el que quiero recibir y no uno forzado y rudo del chico incorrecto.

Intento con todas mis fuerzas apartarlo. No quiero este beso, no quiero esta situación, lo muerdo en la boca y él se aparta con un gesto de dolor, aunque aún me tiene arrinconada. Lo empujo sintiendo que es como pelar contra una pared que no logro hacer retroceder.

-- Tus facciones ya no son las de una niña-dice acariciando mi rostro-ya son las de una mujer. Me enoja pensar que él te hizo mujer. Te hizo su mujer.

--Si ya lo sabes suéltame- le digo.

-- Eso me hace pensar que- respira profundamente- tú solo has estado de manera romántica con él. Nunca tuviste otro novio, ¿cómo sabes que tu "amor" por él es para siempre? ¿cómo sabes que mañana no te darás cuenta que todo este tiempo estuviste confundida? A lo mejor un día te levantas y te das cuenta que el hombre para ti soy yo. Necesito despertarte para que sepas cuanto me amas.

Nuevamente hace el intento por besarme alcanzo a apartar mi rostro y él se conforma con mi cuello. Siento como jala mi collar arrancándolo de mi piel, eso me molesta y grito de coraje, vuelvo a intentar apartarlo de mi solo que sus labios están aferrados en la piel debajo de mi mentón. Lo siento separarse para tomar mi rostro con sus manos, me dice.

-- El panadero no es el único que te puede dejar marcas.

-- Si te atreves a besarme te vuelvo a morder- lo amenazo.

-- Esa idea es muy ardiente-sonríe.

Y me besa con desesperación. Siento el aroma a licor entrar por mi boca y siento ganas de vomitar. A mi mente vino el recuerdo de la boda de Finnick y Annie, de Peeta borracho y como me enloquecí por besarlo sin importarme el aroma de licor en él. Definitivamente Gale y yo no éramos el uno para el otro sus manos en mi cuerpo no encajaban como las manos de Peeta. Su boca era más grande y podía sentir como succionaba la mía y definitivamente al ser mucho más alto que yo no ayudaba, el que sostuviera mi rostro para poder besarme estaba cansándome el cuello.

Todo por dineroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora