Capítulo 31

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Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

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Capítulo 31

PoV Peeta

Me sentía terrible por la manera en que le había contestado a Katniss. No quería hacerlo, pero me sentía muy molesto con ella, ya que me confundía sus actitudes y sus palabras.

Primero en la cena de anoche hablando de lo mucho que se ha sacrificado, para luego confundirme con esa mirada que me lanzo al salir del baño y luego la llamada que le hice a Finnick contándome que ella había ido a buscarme. Me preguntaba la razón del porque había ido a buscarme ¿qué era lo que quería de mi? Me Sentía tan confundido con una mezcla de coraje que cuando me dijo que ella buscaría la manera de llevar a Prim a la boda de Finnick y Annie. No pude evitar pensar que seguro esa manera seria hablando con su Tío y que yo volvería a ser utilizado para la conveniencia de ambos.

Ayer en la noche fue demasiado difícil, ya que tuve que estar solo con Katniss, sentarme frente a ella para cenar en ese silencio incómodo. Lo peor fue dormir sin ella, sin poder tenerla en mis brazos, sin poder escuchar su respiración, sin poder... me costo tanto dormir que me termine levantando a las seis de la mañana. No esperaba encontrarla dormida en el sofá, pensé llevarla a la cama de Prim, pero no lo hice por temor a tenerla tan cerca y no poder resistirme a ella, así que simplemente la tape con una cobija y le coloque una almohada al hacerlo mi mano termino por recorrer su suave mejilla. Me aleje de ella, necesitaba salir del departamento.

En la noche pude estar más tranquilo, ya que Katniss se quedaría con Prim y mi compañía seria la madre de ellas.

-- Peeta- me habla la señora Everdeen-Hoy, estas muy callado.

-- Perdón estoy algo cansado.

-- Peeta, quería hablar contigo a solas de algo- suspira y dice-yo conocí a tu Papá hace tiempo.

-- Sí. Lo sé. Mi Papá me ha hablado de usted...mucho- le digo, aunque creo que lo último fue demasiado sincero.

-- Katniss...

-- Sí, ella sabe que ustedes se conocieron.

Ella guarda silencio un momento y dice- Él es un maravilloso hombre. Me alegra mucho que le este yendo tan bien y que tenga un hijo como tú. Es muy afortunado.

-- Gracias.

Agradecí el hecho de que la noche después de que Katniss se quedara con Prim, la Señora Everdeen me haya permitido ser yo quien me quedara la siguiente noche como guardián. Eso me evitaría estar cerca de Katniss. Prim y yo nos llevábamos muy bien ella era adorable y siempre lograba hacerme sonreír, el hecho de estar aguantando todos mis sentimientos valían la pena por ella.

-- Peeta, sabes le tengo algo de envidia a Katniss- me dice Prim.

-- ¿Por qué?- le digo sorprendido ante su confesión.

-- Porque ella está enamorada, muy enamorada. Tengo miedo de no vivir para enamorarme- dice con tristeza.

-- Te enamoraras- le aseguro.

-- ¿Y tú crees que alguien se enamore de mi tanto como tu amas a Katniss?

-- Claro que sí. Allá afuera esta un chico que esta destinado a amarte.

-- ¿Cómo Katniss y tú estaban destinados a amarse?

-- Sí- le digo, aunque sé que es mentira.

Todo por dineroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora