Capítulo 40

2.3K 177 46
                                    


Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Capítulo 40

PoV Peeta

Lentamente fui cerrando la puerta después de que unos minutos había tenido la mano de Katniss entrelazada a la mía. Aun no lograba entender que era lo que había pasado la noche anterior, ya que todo se había vuelto un extraño sueño, tan extraño que no lograba distinguir que era real y que no era. Ayer en la noche cuando platicaba con Delly, jamás me imagine terminar con Katniss.

Recuerdo como sin esperarlo Katniss me pidió dormir a mi lado. El escucharla pedirlo hizo que mi corazón se acelerara por muchas razones entre ellas el miedo. Sí, tenía miedo de que esto solo me llenara de falsas ilusiones que al final todo fuera otra vez falso, que nuevamente yo terminara roto. Sin embargo no pude resistirme a abrazarla y llenarla de besos en su rostro. Con toda mi fuerza de voluntad evite sus labios porque no me quería aprovechar de que ella no estuviera totalmente en sus sentidos.

--Estúpido- digo pegando la puerta con mi cabeza.

Me regañaba por no haberme dejado llevar, pero aunque deseaba darle mil besos en su boca, poder haberle dicho mil y un veces cuanto la amaba y haber puesto seguro a la puerta de mi cuarto para que por mil y un días ella fuera solamente mía. Solo que el miedo y la inseguridad estuvieron presentes sin ser invitados en ese momento.

--Ya despabílate hombre- me dice Finnick tomándome de los hombros

-- Me siento tan confundido- le digo.

-- No sé de qué te sientes así. Ella te demostró que por lo menos tú le gustas, eso es algo ¿no?

-- Sí.

Al analizar todo debía admitir que ella intentaba por todos los medios que yo me diera cuenta ¿qué me quería?, ¿Acaso era posible? claro que era posible. Como dudar de eso cuando esta mañana ella en total silencio me pidió que tomara su mano y al hacerlo vi la expresión de su rostro iluminarse acompañada de la sonrisa más hermosa que le haya visto en todo este tiempo. Siempre me considere un experto en Katniss pensando que conocía cada una de sus expresiones, pero esta nunca se la había visto.

Corro emocionado a ese cuarto que tanto había evitado, el cuarto donde se encontraban las pinturas que Katniss habían inspirado en mí. En cuanto abrí la puerta pude sentir el olor a pintura. En cuanto entre vi la pintura que hice de Katniss, aquella que pinte con todo el dolor de mi corazón intentando analizar la expresión de su rostro esa noche que habíamos hecho el amor porque estaba seguro que era de felicidad de amor y después de las palabras de Gale ya no estaba tan convencido. Sin importar terminarlo lo quite para colocar un lienzo en blanco listo a pintar la luminosidad que Katniss tenía en su rostro esta mañana.

Lamentablemente con el tiempo contado no había podido terminar el cuadro. Pensé mucho ir a la escuela ya que solo tenía una clase y con el taller solo teníamos que llevarle una pintura que presentaríamos en una exhibición para la escuela. Lo cierto es que la pintura que presentaría no me gustaba nada. Por eso y con un poco de vergüenza le lleve la pintura que había iniciado de Katniss.

Al principio sentí algo de pena al enseñarle la pintura, ya que las que las que protagonizaba Katniss era solo para mí, ni siquiera a ella se las había mostrado. Usualmente lo que pintaba para la clase eran cosas que me recordaban a Katniss solo eso.

--No sé Peeta- me dice- Estoy segura que te quedara hermosa, pero la necesito terminada para la próxima semana.

-- La terminare a tiempo para la exhibición.

Todo por dineroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora