Capítulo 43

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-¿Quieres abortar? -me miró atento, con sus ojos abiertos esperando la respuesta que ni yo estaba segura.

-Él no tiene la culpa...

-No te pregunté eso -me dijo serio, impresionándome de alguna manera-. ¿Quieres abortar?, en la decisión que tomes te apoyaré.

Se me vino a la mente su recuerdo, esos horribles días que pasé cuando estaba secuestrada, esa noche, donde quedé embarazada de él. Sé que este niño que llevo dentro no tiene la culpa, pero, ¿abortar?, es una vida y no quiero que muera por una decisión mía.

-No -dije lento, en un susurro. No podía hacerle eso a un bebé que no tiene la culpa-, no puedo hacerlo.

-Está bien -sentí sus brazos rodearme la cintura, lo abrecé por el cuello a la vez que lo acercaba más a mí, sientiendo todo su cuerpo y su exquisito perfume. De a poco sentí su rostro moverse hacía el mío hasta quedarnos frente a frente, sus ojos me miraban con ternura y no dudé en besar sus labios, carnosos y exquisitos. Chupaba mis labios y yo los de él, sus manos viajaron por mi cuerpo hasta mis muslos soltando una pequeña risita nerviosa.

-No -reí burlona, me alejé de él hasta el balcón que daba hacía la cuidad.

-¿Hace cuánto que no tenemos...?

-Pideselo a Amy -dije burlona pero a la vez un poco molesta.

-¿Estas loca? -se dirigió a mi con una sonrisa que adornaba todo su rostro, pronto ya no tocaba el suelo por estar entre sus brazos.

-¡Sueltame! -dije entre risas, de pronto empezaba a marearme.

-No pidas eso -dijo con voz ronca, mi cuerpo fue depositado en la cama con lentitud, su cuerpo estaba sobre el mío y un calor extraño me vino al cuerpo, sentía la falta de aire.

-Kyuhyun... -dije pero sus labios me interrumpieron besando a los míos, lento y apasionado. Sus manos subieron a las mías hasta a los lados de mi cabeza cuando quise apartarlo, seguía basándome y no pude evitar sentir náuseas-. ¡Ah!, Kyuhyun...espera, no.

-¿Qué pasa? -se alejó un poco de mí viendo mi reacción-. Estas pálida.

No pude responder y corrí hasta baño, lo poco que había comido lo estaba botando por el retrete hasta que abrí mis ojos con impresión, me miré en el espejo, estaba sangrando...

-¿_______, qué...? -oí su voz desde la puerta, dirigí mi mirada hacía él y al igual que yo estaba horrorizado-. ¿Por qué estas botando sangre por la boca, mi amor?

-No lo sé -dije en un hilo de voz, rápidamente llegó hasta mí, tomó una pequeña toalla y la humedeció un poco para luego pasarla por mi boca, limpiando a esta con las manchas de sangre que tenía.

-No haz comido nada, ¿o sí? -preguntó con tono molesto.

-Hoy no, nada -llevé mi vista al suelo para no mirarlo, me sentía terrible por todo esto, más que por el bebé, sentía mi cuerpo débil y pesado-. No quiero que me regañes, por favor.

-No lo haré porque sabes que lo que estas haciendo está mal, no sólo eres tú ahora, tienes una vida allí dentro -dijo y sentí su mano tocar mi vientre, deseando que fuera de él.

-Lo sé.

-Es mejor que te acuestes, estas pálida y no haz comido nada.

-Pareces mi padre, Kyuhyun -dije apenas con una media sonrisa.

-Me preocupo como uno porque me importas, no quiero que nada malo te pase, ¿entiendes?

-Ajá -asenti con mi cabeza.

-Ven -me cogió de la mano llevándome hacía la cama-. Ponte la pijama, te traeré algo de comer.

-Bien...

Me puse la pijama para luego acostarme bajo las sábanas, por un momento cerré mis ojos olvidando todo sin pensar en nada, pero sin quererlo mis ojos se llenaron de lágrimas que cayeron por mis mejillas rápidamente, mi llanto no se hizo esperar llorando en silencio apretando mis ojos con fuerza por varios minutos.

-¿_______? -escuché su voz y de inmediato abrí mis ojos para verla, estaba ahí de pie mirándome preocupada, llegó hasta mi lado abrazándome un poco fuerte-. ¿Cómo haz estado?

-Si te mintiera te diría que estoy bien -forcé sonreír, pero ella me conocía tan bien que lo entendió todo con aquella mirada.

-Kyuhyun me llamó hace unos minutos para ayudarlo a preparte algo, es más tonto que tú en la cocina -se ríe sacandome una sonrisa.

-De los tres tú eres la que cocina.

-Lo sé, aún recuerdo cuando fuimos a tú casa y cuando preparamos palomitas de maíz explotaron por culpa de ustedes, ni eso saben hacer -me reí ante el recuerdo, tantas cosas buenas que pasamos que siento que han pasado años desde eso.

-Sí, lo recuerdo bien.

-Aquí tienes -dijo Kyuhyun a la vez que entraba, traía una bandeja con una sopa-. La hice yo, quedó muy rica.

-¡Kyuhyun no mientas! -le reprendió con una sonrisa-. Ya le dije a _________.

-Te dije que no le dijeras -le susurró mirándome vacilante.

Después de todo siempre me sacaban una sonrisa. Alice se quedó conmigo después que Kyuhyun se fue a su trabajo, lo que más quería ahora era estar con mi mejor amiga y contarle todo para después tratar de olvidar todo y así, nunca más contarlo, estaba decidida, mi bebé con Dave sería sólo mío y de Kyuhyun, aún que me cueste.

Tonto Amor - Kyuhyun y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora