Tonto Amor - Kyuhyun y Tú

Capítulo 18

Me senté en unas de las bancas fuera de un gran edificio, estaba cansada ya que había corrido demasiado, tanto que no sabía donde me encontraba, sólo sabía que necesitaba más que nunca a Kyuhyun.
Los minutos pasaron, tal vez horas hasta que algunas gotas empezaron a caer, luego de un rato se hicieron más abundantes por lo que traté de seguir el recorrido de vuelta.
No sabía donde me encontraba, el frío y las gotas tenían mi cuerpo helado y mis dedos casi inmóviles, mis piernas me flaqueaban y mi corazón latía a mil por hora.
Empecé a escuchar murmullos y algunas risas cuando me estaba alejando de la multitud, los pasos eran cada vez más cercanos. De reojo miré hacia atrás, viendo a tres hombres detrás mío, el miedo se apoderó de mi cuerpo y mi corazón latía más que antes.
Apresuró más el paso hasta perderme en callejones, miré hacia atrás para comprobar si seguían tras mío, pero no había nadie. Me giré aliviada pero mi paso fue interrumpido por brazos que me lo impedían. Miré horrorizada viendo que eran eran los mismos de hace un rato.
-¡Sueltenme! -grité desesperada-. ¡Ayuda!, ¡ayudenme por favor!
-Calla, chiquita -dijo uno de ellos muy cerca mio mientras los otros me sostenían.
-¡No!, ¡por favor!, ¡ayuda! -grité desesperada, mientras lágrimas caían de mis ojos.
Sentí como uno de ellos cubría mi boca con un paño húmedo, luego perdí mía fueras y todo se volvió oscuro.

~•~

Abrí mis ojos lentamente viendo solo oscuridad, estaba amarrada a una silla de pies y manos y mi boca era cubrida por una cinta. Intenté soltarme pero me fue inútil, mis ropas estaban húmedas impidiendo que me moviera mucho. Empecé a gritar teniendo aún mi boca tapada, me movía desesperada para ser escucha y liberada. Luego por una pequeña ventana en una puerta que estaba al frente de mi, se iluminó escuchando pasos firmes y algunas voces. Tenía miedo que me pudieran hacer lo peor, mi respiración era agitada mientras que las piernas me temblaban.
La puerta se abrió...
Cerré mis ojos por la fuerte luz en la habitación, era pequeña que tan solo caía una cama, una silla y un pequeño mueble.
Miré hacia el frente encontrándome con tres hombres que me miraban con el ceño fruncido.
-Al fin despiertas -dijo uno de ellos-. Llevas dos días sin despertar.
¿Dos días?, mis ojos se abrieron con sorpresa. Dos días y quizás que hay de mi familia, ¿Kyuhyun sabrá de esto, Alice y Eunhyuk?
-¿Qué hacemos mientras con ella? -dijo otro, era bajo y algo flaco.
-El jefe esta por llegar, nada podemos hacer -dijo el primero, se acercó a mi mirando mi escote sin disimilar provocando un asco en mi, acarició mi mejilla mientras me miraba a los ojos-. Te salvaste, muñeca.
Escuché más pasos acercarse, pero no era ninguno de los que ya estaban, si no eran más, los de antes diron paso al que supuse que era el "jefe". Era alto, espalda ancha, ojos cafés oscuros, pelo negro corto, mandíbula firme, y su cuerpo bien formado.
Se acercó a mi con cautela, sus ojos me miraban penetrantes poniéndome más nerviosa de lo que estaba. Uno de los otros trajo una silla, luego este la puso delante mío y se sentó a horcajadas en ella.
-Hola preciosa -dijo con voz ronca-. Tal vez te preguntarás qué mierda haces aquí, ¿no?
No me moví, sólo lo miraba con ojos suplicantes.
-Oh, que descortés soy -se levantó y sacó la cinta que tenía en mi boca fuertemente provocando que un quejido saliera de mi boca-. Ahora, dime. ¿Sabes por qué estas aquí?
No contesté, tenía miedo...
-Vamos, no muerdo -dijo con una sonrisa.
-No -dije y me di cuenta que mi boca estaba lo bastante seca por lo que se escuchó casi inaudible.
-No te escuché, ¿qué?
-No -dije firme.
-Te contaré -se acomodó en su silla-. Tus padres, chiquita. Ellos son los culpables de que estés aquí, ellos los que se llaman ser tus padres... Dime, ¿sabes que eres adoptada?
Mi boca se entre abrió incrédula, no podía creer lo que este tipo me esta diciendo. Mis manos sudaban y mi labio tiriraba levemente.
-No...
-¡Vaya!, creo que no sabes muchas cosas -se levantó de su silla, miré al rededor y todos se burlaban de mí, me sentía una estúpida-. Empezaré por lo esencial, ¿sabías que Tom y Ann son traficantes y que te adoptaron cuando apenas tenías un año de vida, que tus verdaderos padres fueron asesinados por tus padres adoptivos? Creo que no lo sabías, siento que te enteres por terceras personas, pero tarde o temprano se sabe la verdad.
Lágrimas salieron de mis ojos sin darme cuenta, sentía un vacío dentro, como si me hubieran arrancado una de las cosas más importantes.
-Mientes...
-Claro que no, sé todo sobre ti desde que Tom y Ann te adoptaron, tenía que encontrar un punto débil de ellos dos.
-No te entiendo.
-A ver -se sentó nuevamente en la silla de antes-. Ellos te aman, ____, y como tal eres su punto débil para lo que quiero lograr.
-¿Y qué es lo que quieres?
-Son dos cosas -mordió su labio.
-¿Cuáles? -pregunté con miedo.
-Hacer pagar a Tom y Ann...y lo otro que quiero eres tú.
-Estas loco -susurré. Tenía miedo, las palabras que acabo de escuchar me tenían sin habla-. ¿Cómo quieres que te crea si eres un total desconocido para mí?
-Oh, no me he presentado -se levantó de su silla-. Soy Dave, dueño y creador de Lent Comparation, la empresa de narcotráfico más grande del mundo.