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Pasamos un bosque, dos, tres, y al cuarto nos paramos.

-Dios mio, Jesús, ¿Pero donde vives?-Me asomo a la ventanilla, y solo veo campo.

-Aquí es.-Me asomo por enfrente, y veo un palacio, o sea una mansión, ostias, aquí vive.

-No me jodas que es aquí.-La señalo.

-Sí, tengo que estar aislado de todo, soy agente secreto, y pues, para que no me descubran...-Se encoge de hombros, como si fuera lo mas normal del mundo.

-Guau.-Fue lo único que me salía.

Una puerta enorme se abrió y entramos con el coche, y seguido se cerró. Ai mi madre, si lo de afuera era alucinante, esto...Dios, guau, alaa. Tiene coche de todas clases.

-Jesús.-Digo con un hilo de voz.

-Dime, preciosa.-Me mira una vez que a parado el coche.

-¿Cuanto ganas?-Susurro, con miedo a la pregunta, tiene que ser descomunal.

-Eso no importa.-Se encoge de hombros, y abro los ojos como platos.-Tu pideme lo que quieras, y estas como en tu casa, ¿Vale?

Asiento flojamente y nos bajamos del coche.

-¿Donde duermo?-Ladeo la cabeza.

-Mira ven, espero que te guste.-De repente se oye un ruido en la cocina y yo me abrazo a él.-¿Dan?

-Sí, soy yo.-Grita alguien desde la cocina.

-Ofu, que susto.-Digo relajada.-Esto de ser agente secreto, pues a veces asusta.

-No será la primera vez.

-Hol...-Se calla al verme.-¿Jesús vienes? Un momento.-Me mira y yo asiento.

-¿Que pasa?

-¿Tu eres tonto? Que dijimos... nada de traer gente a casa, que pueden ser el enemigo.

-Como va a ser el enemigo Dan, si es mi caso, es Inés, la de Sergio.

-Oh, es verdad, ¿Y que hace aquí?

-No la iba a dejar sola, ¿sabes? Y si no te gusta, pues nada...

-¿Pasa algo?-Se asoma a la cocina.

Protégeme.{Gemelier}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora