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Me despierto gracias a un rayo de sol que va a acabar justo en mi ojo derecho.

Que punteria por dios.

Me revuelvo en la cama, ¿En la cama? Si yo me dormí en el sillón.
Estiro mi mano y toco el pecho de Jesús, me hacerco un poco más a él, más cerca de lo que ya lo estaba.

Le doy un beso en la frente, resultado que hace que la arrugue.

-Mmh, ¿Que hora es, princesa?-Sonrío ante su nuevo apodo, y miro la hora.

-Las 11:23.-le susurro en el oido, y se le eriza la piel del cuello.

Noto como sonríe y abre un ojo. Lo que hace que me ría por la mueca que a puesto.
Abre los dos ojos y me mira divertido.

-¿Que pasa?-Murmura.

-Que te voy comer esa cara que tienes.-Le achucho los mofletes, haciendo que su boca se forme como la de un pez.

-¿Solo la cara?-Me mira pervertidamente.

-Eres, un, guarro.-Digo parandome en cada palabra.

-Pero me amas así.

-No te lo creas tanto.-Le doy unas palmaditas en el pecho, y me levanto dejandole en la cama.

(...)

Bajo a la cocina y me pongo a preparar el desayuno.
Estoy haciendo tortitas, sé que le encantan.

Las saco de la sarten y las pongo en un plato.
Caliento el café y cuando voy a sacarlo unas manos se posan en mi cintura.

-Me as dejado solo.-Susurra esa voz en mi oido.

-Esque te has venido arriba.-Me encogo de hombros riendo.

-¿Yo?-Me mira sorprendido.

Me giro para tenerle cara a cara.
Esta sin camiseta y su pelo despeinado, le hace mas irresistible.
Sonrio y le doy un beso en la parte baja del cuello que es la altura que me pilla.

-Sí, tú.-Sonrío.-A desayunar.-Susurro.

Se gira hacia la mesa y ve el desayuno.

-Guau, ¿Y esto?-Me abraza por la cintura.

-Una sorpresa.-Le empujo hacia la mesa para que se siente.

-¿Sabias que era mi desayuno favorito?-Señala las tortitas.

-Puede.-Me encojo de hombros.

Cuando nos ibamos a poner a comer suena el timbre.

-Voy yo.-Dice.

Me espero lo peor.

Protégeme.{Gemelier}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora