Protégeme.{Gemelier}

3

-Muchas gracias, me a encantado, y estoy mucho mejor.-La tiendo una sonrisa y aprecio como ella se queda embobada mirandome.

-No hay de que, es mi trabajo.-Ladea la cabeza.

Salgo de aquellas pequeñas cuatro o paredes y me dirijo a la salida, cuando la secretaria recepcionista de Inés me ve, me tiende una sonrisa y me mira a los ojos como si de algo quisiera averiguar.

-¿Ya? Son 52$

-Perfecto, tome.-Le tiendo sesenta dólares.-Quédate el cambio.-Le guiño el ojo y salgo de la tienda sabiendo que todo se queda en orden y que ese desgraciado no va a volver. O eso creo.

Voy hacia un barucho de carretera en el que me espera Estephani, mi ayudante.

×××

-Hey, ¿Que me traes?-Me siento en una pequeña y fría silla de metal  su lado.

-Esto.-Saca un maletin sigilosamente de debajo de la mesa y me lo da en la mano, por debajo.-No lo abras hasta que estes solo, ¿De acuerdo?

-Perfecto, gracias.-Me levanto

-Ey, ¿No te quedas conmigo?-Dijo coquetamente cruzandose de piernas, siempre, esta mujer siempre a ido detrás de mi.

-Lo siento, tengo prisa.-Digo cortante.

-Siempre tienes prisa.-Se descruzó las piernas y se apoyó en la mesa.

Siempre lo mismo, siempre igual, Estephani es atractiva, pero no estoy interesado en ella.
Pero ella no se rinde.

Me monté en el coche rapidamente, ansioso por ver el contenido del maletín.
Me senté en el asiento del conductor y heche para atras el asiento para así tener mas espacio, apoye el maletin en mis piernas y quite el seguro que lo cerraba.
Lo abrí sigilosamente, hasta que lo vi todo con claridad.
Era un portátil con algunos cables a los alrededores.
Lo abro y lo enciendo.
Lo primero que aparece son siete pantallitas pequeñas, todas las cámaras que yo coloqué en el local, se ven todas claramente tal y como quería.

Las miro una a una, vigilando que ese tipo no este por ninguna parte la tienda, pero me equivocaba, ahí está, otra vez, entrando por la puerta.

Esta vez no estará solo.