Que solo vivo para protegerte. Y que a lo tonto, me voy enamorando.
•••••••••••••••••••••••••••
No editar, copiar, adaptar, o cualquier.
Todos los derechos de autor.
Historia original.
Denuncio.
-Que me da vergüenza.-Me río nerviosa cual adolescente de 15 años.
-Eres más tonta.-Sonríe andando hacia la puerta.-Te espero fuera.-Alarga las vocales.
-Gracias.-Rio mas fuerte.
Me cambio lo más rápido posible con miedo a que abra la puerta de repente y salgo hacia el salón donde está sentado.
-Ya estoy beybe.
-Eres mas rápida que yo.-Me mira con los ojos mas abiertos de los normal. Rio al ver su cara y le doy flojo en la pierna.-¿Que quieres hacer?
-Me da igual, con tenerte aquí ya estoy feliz.-Se acerca a mi boca con intenciones de darme un beso pero se lo interrumpo con una sonrisa que se le contagia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me da un golpecito en la pierna para que me ponga seria y así poder darme un beso, bueno, varios. Nuestros labios se mueven al compás y me acerco a el para agarrarle del cuello y acaricio su pelo para profundizar el beso.
-Te quiero mucho.
Le miro analizando lo que me acaba de decir y agacho la mirada hacia sus labios que están entre abiertos.
-Yo también.-Sonrío.
Sonríe y se levanta.
-Vamos te invito a merendar.
Caminamos por las calles y se me antoja ir a uno de mis sitios favoritos ya sea para merendar como para comer. Hacen unas magdalenas o cupcakes, como los queráis llamar, de vicio. Entramos a la pastelería y voy cual niña pequeña corriendo al escaparate.
-Hola, quiero 2 de fresa y 3 de nata.-Le sonrió al dependiente.
-Claro.-Me devuelve la sonrisa.
Oigo a Jesus crujiéndose los huesos de la mano y le doy un manotazo en ellas para que deje de hacerlo, odio ese sonido.
-Pero tu as visto como te a mirado.-Gruñe susurrando en mi oído. Le doy un rápido beso en la mejilla y el chico me da mis pasteles.
-Toma-Le dice entre dientes Jesus dandole 20€.
El chico le mira raro pero lo deja pasar llendo hacia la caja a devolvernos el cambio. Salimos de la tienda. Yo tan feliz con mis magdalenas...
Vas a engordar yoo no digoo nadaa.
Puta conciencia te quieres callar.
Amorr estoy dentro de ti, sirvo para decirte lo que debes hacer.
Pues cállate. Me olvido un poco de ella y sigo mi camino tan feliz con mi caja en las manos.
Estoy sumida en mi mundo cuando oigo un Click de una cámara.
-¿Jesus, que as hecho?-Le digo con voz amenazante.
-Una foto.-Me muestra una de sus mejores sonrisas angelicales.
-Te mato, a ver.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Sales preciosa, no te quejes, me la guardo de recuerdo.-Pone cara de satisfacción.-Bueno tu siempre estás guapa.-Encoge los hombros.
-No seas empalagoso.-Le unto nata en la nariz.
Suelto una carcajada al ver como se pone bizco intentando mirarse la nariz.