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Nos quedamos mirando uno al otro como cuando a un niño pequeño le regalan unos zapatos nuevos, pues igual. Vaya comparación. Me río en mi conciencia.

-¿Quieres pasar?-Le digo hechandome a un lado de la puerta.

-No, que como vengan tus padres...

-No van a venir hasta muy tarde.-Le interrumpo.-Si no pasas te cierro, tu verás.

-Uy.-Me mira sorprendido.

Me rio por la cara con la que me a mirado y le agarro la mano tirando de ella para que pase.
Cierro la puerta y salgo corriendo al baño.

-¡Me estaba congelando!-Grito por las escaleras para que me oiga.

Oigo su risa de fondo y me sigue subiendo las escaleras detras mía.
Me atrapa por atrás cogiendome de la cintura y levantandome del suelo arropandome con sus brazos.

-¡Ah!-Grito pataleando en el aire.

-¿Y ahora tienes frio?-Me susurra.

-No, se está muy bien.-Admito sonriendo.

Me da la vuelta y nos quedamos mirando. Me abraza repentinamente fuerte por la cintura.

-Joder, si es que te e hechado muchisimo de menos.

-Me e tenido que ir, para darme cuenta de que te necesito.-Susurro en su cuello.-Ai, como te quiero.-Le aprieto el agarre.

-Cariño mio,-Dice con rentintin.-me dejas sin aire.-Me dice costosamente.

-Lo siento.-Me río soltandole poco a poco.-Bueno me voy a terminar de duchar.

Me meto en el baño de nuevo mientras Jesús se queda inspeccionando mi habitación.
Me vuelvo a meter en la bañera y termino de lavarme el pelo ya que se me estaba metiendo todo el champú en los ojos.

Me envuelvo en una toalla seca y salgo de la habitacion para coger algo de ropa.

-¿Te sales un momento?-Pongo morritos pidiendo por favor con ellos.

-¿Porque?-Se acerca a mi mirándome de arriba a abajo.

-Voy a cambiarme y no es plan de...-Me señala con la cabeza.

-pues no me muevo, hay confianza nena, venga adelante.

Protégeme.{Gemelier}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora