La chica de las gafas - Louis Tomlinson Fan Fiction

Capítulo 13

Los días después de hacer público el noviazgo, mi vida dio un giro increíble. Pase de ser invisible a reconocida por las calles. La mayoría de las veces eran chicas que se me acercaban a preguntarme por Louis y una que otra vez a tomarse una foto conmigo, cosa que me parecía totalmente extraño. También estaban los reporteros, que ya sabían dónde iba a estar y siempre aparecían en el lugar indicado.

En la universidad, si ya de por si la gente había cambiado su trato hacia mí, ahora era mucho más evidente. Todos querían sentarse conmigo en clases, incluso Maggie también era reconocida y todo por las fotos que se publicaron el día que fuimos a bailar.

Por presión social y por curiosidad a ver qué comentaban de mi terminé creándome una cuenta en twitter. Tan solo a los minutos de crearlo ya tenía un millón de seguidores, la mayoría fans de los chicos. Sabía que no todos los comentarios acerca de mi iban a ser buenos, Louis me lo advirtió y tenía toda la razón. Diariamente me llegaban amenazas de muerte de las fans, otras me insultaban y me pedían que me aleje de Louis porque era muy fea para él, y si sigo nombrando todo me faltaría tiempo. Pero decidí no hacerles caso, lo que más me preocupaba ahora era la gira que se venía encima y el poco tiempo que tenía para pasar junto a él.

Los conciertos en Londres ya habían comenzado y yo iba a algunos porque me encantaba ver a Louis cantando. Su voz era única y me hacía sentir que estaba en el cielo. El problema iba a comenzar la próxima semana porque la gira internacional comenzaba en Paris, Francia y obviamente yo no iba a poder acompañarlos. No podía dejar la universidad y estaba a punto de comenzar la semana de exámenes. Hasta ese tiempo tenía que aprovechar todo mi tiempo con él. Lo iba a extrañar demasiado.

La semana se pasó volando. Casi ni tuvimos tiempo de salir o pasar mucho tiempo juntos. Él estaba más ocupado que nunca, tenía muchas entrevistas en varios medios y por las noches estaban los conciertos. Hasta el momento no habíamos hablado del tema, pero sabía que lo teníamos que hacer así que decidí ser yo quien pregunte y no esperar a que él me diga algo.

Louis había venido a recogerme y me llevaba a su casa. Era la primera vez que iba, porque todas las veces anteriores o salíamos o nos quedábamos en mi casa viendo alguna película. Sabía que vivía solo pero de todas maneras sentía que tenía que impresionar a alguien. 

—¿Me estas bromeando? —le dije apenas su auto paró para estacionarse.

—¿Yo? No —dijo confundido.

—Esto no es una casa, es una mansión —le dije totalmente sorprendida viendo alrededor.

La casa era enorme, y estaba resguardada por unas rejas negras. La entrada era de película, tenía unos jardines hermosos que servían de camino hacia la puerta principal. Al bajar del auto, me quedé parada observando todo. Mi casa era probablemente uno de sus cuartos, y aún así Louis parecía la persona más sencilla del mundo. Eso me enamoraba aún más.

Ya adentro el lugar era aún más espectacular, pero lo que me gustó más fue su cuarto de juegos. Había una estatua de tamaño real de nada más y nada menos que Spiderman, una mesa de ping pong, y juegos arcade. Era todo perfecto.

—¿Que quieres hacer, amor? —me preguntó mientras yo seguía observando todo casi con la boca abierta.

—¿Qué te parece una película y pedimos algo de comer? —le respondí con una sonrisa.

—Me parece perfecto.

Louis desapareció pero al rato regreso con varias películas en la mano. A diferencia de las demás personas a mi me encantaban las películas de terror, si fuera por mí las vería todo el día, así que escogí la que tenía la portada más tenebrosa. Él me sonrió y me condujo a la salita donde estaba el televisor, que en este caso más parecía un cine.