La chica de las gafas - Louis Tomlinson Fan Fiction

Capítulo 36

Estaba esperando la respuesta de Candela. Sabía que no podía ser algo muy grave, ese tipo era cualquier cosa. Igual y aunque no me guste, me disgustaba la idea de que ella conozca más gente en especial más chicos. Cande era mi secreto, mi tesoro y sabía que si alguien más la encontraba se enamoraría perdidamente de ella como me paso a mi.

Seguía con los brazos cruzados esperando que ella hablara pero ni un solo sonido salió de su boca. Qué estaba pasando?

—¿Cande? —volví a preguntar, esta vez entrando en pánico.

—No se quién es —me respondió ella con la mirada más sincera de todas.

—Amor —comencé a decir— te acaba de llamar por tu nombre. No me puedes decir que no sabes quién es.

—Es la verdad Lou. Lo he visto un par de veces y fue al funeral de mi abuelo pero no se quién es.

—¿Al funeral de tu abuelo? ¿Será un primo tuyo o algo así?

—La verdad, espero que no —dijo sonriendo—. Me cae muy mal.

Al escuchar esas palabras la tranquilidad volvió a mi cuerpo. No se que se me pasó por la cabeza. Cande jamás me mentiría y de seguro el tipo era solo un familiar lejano.

—Por fin voy a salir de aquí —me dijo ella saliendo de la cama con una sonrisa en los labios.

—¿Necesitas que te ayude? —pregunté acercándome a ella.

—Me puedes pasar esa maleta? Quiero cambiarme.

—Si claro —le respondí alcanzándole la maleta—. Te espero afuera, aunque si quieres puedo ayudarte a cambiarte. 

—Por ahora no necesito ayuda —me dijo sonriendo—. Le sonreí y me acerqué para darle un beso en la frente. Le guiñé el ojo y me di la vuelta para salir de la habitación. 

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Candela's POV

Sabía que esto iba a pasar. Louis era celoso y mucho. Darle razones para que esté así no era para nada una buena idea. De todas maneras las posibilidades de que esto pasara era una en un millón pero estaba segura que no tenía nada de que preocuparme.

Saqué lo primero que encontré de la maleta y me lo puse. A pesar de todo no podía dejar de estar muy feliz. Por fin iba a salir de este lugar. Ya estaba contando los segundos.

Me levanté el cabello en una cola alta y me acomodé las gafas. Ya estaba lista para salir de aquí. Terminé de guardar todos mis objetos personales en mi maleta, que en realidad no eran mucho, y salí de la habitación. Louis se había quedado dormido en una de las sillas de espera. Se veía totalmente exhausto. Hasta podía asegurar que tenía grandes bolsas debajo de los ojos. Me daba mucha pena despertarlo pero no me quedaba de otra.

—¿Lou? —dije moviéndole el hombro— Louis despierta.

—¿Ah? —dijo todavía sin despertar del todo.

—Es hora de irnos Louis —dije sonriendo.

Al verme el también sonrió y me cogió de la mano.

—¿Quieres que te lleve con tu familia? —me preguntó sobándose los ojos.

—La verdad no —dije desganada—. No tengo muchas ganas de verlos. Preferiría quedarme contigo.

—Me parece una excelente idea —me dijo sonriendo—. Pero hay que avisarle a tu mamá al menos y primero pasamos por algo de comida. ¿Qué dices?

—¡Perfecto! No hay nada peor que la comida de hospital.

—Entonces vámonos de una vez porque mi estómago ya empezó a crujir —me dijo tomándome de la mano y jalándome por los pasillos.