Capítulo 27

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Los días aquí se acortaban cada vez más. Solo nos quedaban dos días y podríamos regresar a Londres a seguir con nuestras vidas. Extrañaba mi casa, a Maggie y sobre todo a mi cama. No hay nada como estar en tu propio cuarto aunque sea mirando el techo.

Como eran los últimos días mi mamá nos inscribió en un paseo por la ciudad. Ella decía que no era posible que hayamos estado aquí por una semana y no hayamos conocido nada. La verdad que la idea no era tan mala, si me mantenía ocupada las horas pasaban más rápido así que aceptamos sin pensarlo dos veces.

—Tienen que estar ahí a las 9 de la mañana chicas —dijo mi madre asomándose por la puerta del dormitorio donde estábamos.

—Está bien mamá —respondí con flojera de levantarme—. En un momento bajamos.

Solo teníamos una hora para alistarnos y llegar al lugar de encuentro así que las tres cogimos lo primero que vimos y salimos de la habitación. Tan indecentes tampoco estábamos, solo no nos tomamos el tiempo que hubiéramos tomado si salíamos con los chicos, por ejemplo.

El primer lugar a donde fuimos fue una Huaca donde nos contaban qué era lo que había pasado ahí y cuáles eran los rituales y formas de comportamiento de las personas que vivieron hace miles de años atrás. Algo aterrador pero divertido de alguna forma, al menos aprendimos bastante.

Luego nos fuimos a un centro comercial con vista al mar llamado Larcomar. A diferencia de lo que me imaginaba, era un lugar muy atractivo. La mayoría de las personas eran turistas así que no nos sentíamos tan fuera de lugar. Aunque yo haya nacido aquí, no tenía ningún recuerdo de este país así que me sentía más identificada con Londres.

—Si desean pueden escoger uno de estos lugares para que almuercen —dijo el guía que estaba con nosotras y el grupo de turistas que nos acompañaba.

—Me muero de hambre —dijo Jessica sobándose el estómago.

—¿Qué les parece este lugar? —dije señalando un restaurante frente a nosotras.

—¿Tanta? —preguntó Valeria—. He leído que es bueno en algún lugar.

—Aquí será entonces —respondí  sonriendo y entrando al lugar.

Después de prácticamente comernos todo el menú y mandarles muchas fotos a los chicos, especialmente a Niall, de los platos que habíamos pedido nos quedamos conversando. Nos habían dado cerca de una hora para almorzar y ya se acababa nuestro tiempo. Solo esperábamos que se acerque nuevamente el guía para poder juntarnos al grupo que venía con nosotros.

—Oye mira, ¿eso es una persona? —preguntó Jessica señalando al cielo.

—No creo  —dije rápidamente—. De tan lejos no podía ver bien qué era lo que estaba señalando y mis gafas no me ayudaban mucho.

—Creo que si Cande —me dijo Valeria.

Lo que pensé era un objeto empezó a acercarse cada vez más a nosotras. Nunca en mi vida había visto a alguien haciendo parapente, es más si es que el guía no me decía el nombre del deporte extremo que estaban haciendo nunca me enteraba que era posible hacerlo.

No dudé ni un minuto y saqué mi celular. Louis y yo nos comunicábamos por imessage y tenía que contarle lo que estaba viendo. El hace algunos años había hecho algo extremo, había saltado desde una torre muy alta en Australia y de seguro esto le iba a llamar la atención.

Logré tomar algunas fotos de lo que estaba pasando en frente de mis ojos y se las mandé. Su respuesta no demoró mucho.

De Louis:

La chica de las gafas - Louis Tomlinson Fan FictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora