Capítulo 1: "Pedazos de Recuerdos"

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-Corre, no deben tener a nuestra hija- Dijo una mujer, tenía ojos como zafiros, el cabello oscuro pero brillante, una silueta perfecta.

-Lo lamento, de verdad amor- Dijo un señor muy alto, apuesto, fornido y con una bata se leía en la bata grabado con letras doradas: HYDRA INDUSTRIES.

-NO ME DIGAS MAS MENTIRAS, SOLO ME USASTE- Gritó esa mujer que parecía como una especie de ángel esa fuerza ocultada en esos movimientos finos y delicados, cargaba a la bebé de escasos 2 meses de nacida, piel pálida, hermosa, como si su piel fuese de porcelana, delicada, mechoncitos pequeños de color castaño, lucía algo intranquila. A pesar de que estuviese durmiendo.

-No, yo en verdad te amo- Susurró aquel hombre sereno y poco alarmado, aunque era una fachada nadie que se ah metido con HYDRA y Lugo sale, no ah resultado nada bien, y ahora creo que a nadie le iba a ir bien.

-TE ODIO, TENGO QUE IRME YA, MUEVETE DE LA MALDITA PUERTA-

-NO PUEDO- La serenidad del hombre se esfumó en segundos.

-ES NUESTRA HIJA- Dijo la madre haciendo de un lado al supuesto padre. Corriendo, la mujer se alejó, unos soldados tomaron al señor pero ella escapó.

Ella como cualquier madre, tenía que protegerla sin importar nada ni nadie. Logro huir, tomar un transporte y huir lo más que se pudiera, quería ir al otro lado del espacio con tal de que no fuese a perder a la única persona con la que contaba. Esa pequeña criaturita, ese pequeño bebé se enfermaba y no era para menos: Su madre era el exitoso resultado de los experimentos de HYDRA, y su padre era un científico de la mejor clase de ese nivel, nivel superior y total, de ambos habían tenido una hija, pero aquel hombre parecía que hubiese hecho algo o a alguien durante el embarazo, sin la cura la bebe moriría, a sus escasos 2 años. Pero si la duraban era que HYDRA la reclamará como suya para el resto de su vida, no permitiría que esos hombres le tocaran un pelo a su hija.

(...)

El escape resultaba de maravilla, huían las dos de HYDRA, además de que la pequeña pareciera ser diferente a los demás. Sin embargo la enfermedad comenzaba a hacerse presente y esa niña llena de sueños sólo tenía un año y tres meses. Antes de cumplir el año, ya caminaba y hablaba todo lo que podía, su madre tenía que volver con Struker y pedirle o rogarle por la vida de su hija, tenía aquel presentimiento de que estaba destinada a algo más, a algo que en verdad fuese mejor de lo que fue su vida o eso creyó... Al llegar a los laboratorios, Struker esperaba con ansias ver a la pequeña, llamó aquel científico padre de la niña, el "Cobarde" Como solía decirle su mamá.

Cuando ambos padres se vieron no pudieron evitar el desviar las miradas y ella suprima las ganas de arrancarle la cabeza del cuello, haber si como buen científico resolvía ese problemilla.

-Es perfecta- Dijo Struker cargándola, dándole palmaditas a la niña, no era muy grande y venía completamente dormida.

-No la toques- Dijo la madre en defensa, el tiempo se encargó de dejar su nombre en el pasado, al igual que el de su hija... Unos agentes la tomaron a la fuerza mientras aquel científico reía, pero al ver a la pequeña quedó completamente pasmado, impresionado, conmocionado cosas que terminaban en "ado" acarició un mechón del cabello lacio y teñido de un color castaño de la niña.

-LA CURA DE INMEDIATO- Gritó Struker emocionado- En cuanto a ti (La madre de esa fascinante criatura) No te vuelvas ir, "querida" nos vamos a divertir otra vez, lo lamento por el (El científico de la bata perfectamente blanca) Era sólo un señuelo, el tenía que embarazarte, era necesario, pero bueno ahora que eres mía de nuevo, espero te portes bien, has cuidado de su hija y sólo por eso no te haré nada esta vez-

Solo fue usada, pero había valido la pena y, aunque odiada admitirlo esos hombres cuidaría de su pequeña... A cualquier modo, cualquier cosa harían por ella, y eso era lo que la mantenía en calma. Ella se fue al cuarto donde la tenían prisionera todo el tiempo y él volvió con algo de melancolía a su laboratorio. Struker era el mas feliz del mundo, recuperando lo que dejó escapar, pero ¿Por qué esa niña era tan importante? ¿Por que era diferente a los demás?

Struker no podía esperar a ver cuando la niña mejorara, sin embargo era necesario que aprendiera lo que todo alguien leal a HYDRA conoce: No se permite la Traición

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Lady Thor

Chicos primer capítulo, llevo ya un tiempo queriendo subir una novela así, entonces espero que la recomienden y la sigan un beso, ya es tarde me tengo que ir... nos vemos pronto, comenten y voten :)



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