Proyecto Luna Llena |MARVEL|

Capítulo 35. <<El despertar>>

*Anteriormente*

El perverso experimento de HYDRA avanza, la chica totalmente destrozada está a punto de terminar el trabajo de Strucker y tanto ella como el nuevo general de HYDRA saben que después de esto se viene algo importante, algo nuevo, algo que podría sacudir al mundo viene un gran despertar del Ángel de Luna Llena.

*1 año después*

El nuevo general gritaba por el micrófono. Estaba dando órdenes para mover bases desde un mes atrás, cuando por fin Adelyne había completado el tratamiento, estaba tan moreteada y débil, sus huesos eran visibles y prominentes, su cabello comenzaba a caerse y tuvieron que cortarlo hasta los hombros. Ahora, aunque estuviese en coma, todo parecía mejorar, no podían darle medicina cualquier cosa que entraba a su cuerpo era rechaza y una explosión de energía morada salía disparada asesinando lo que estuviera en su radio.

Y a él le encantaba verlo, ahora era ella la que tenía que trabajar por sobrevivir. Y lo hacía, aceptaba solamente los sueros y eso estaba haciendo que pronto mejorara. Pegó con el puño sobre su escritorio. Desde que habían traído a Adelyne, Rogers y Thor no habían descansado para buscarla y era por eso que se movían a bases que ni el mismo Capitán Tricolor conocía, eran nuevas y estaban equipadas con lo mejor que tenían en sus manos. Pero él no se movía, esa base está tan segura y oculta que sería estúpido moverse a otro lugar, no lo harían. 

-¿Te estás cuestionando la forma en que lidero Capitán? Porque es lo más estúpido que puedes hacer, no te estoy preguntando si quieres mover a la flota al Noreste, es una ORDEN imbécil, tienes 48 horas para que te reportes desde donde te indiqué y sigue las indicaciones de mi embajador inútil. Ya verás cómo el Ángel despierta, esta es nuestra venganza contra Rogers y sus amigos voladores.

-Sí Señor.

-¿Y por qué sigo escuchándote en línea? No pierdas tiempo.

Colgó.

Se acomodó los largos cabellos y se hizo una coleta. Caminó por los pasillos para supervisar los demás experimentos. Habían dejado de ser personas, todas esas figuras tiradas en la cama no eran más que eso: experimentos. Y si era honesto no le interesaba ninguno, la única que le importaba estaba acostada, dormida en tanta paz, la envidiaba y le daba lástima. Avanzó sonando sus pesadas botas hasta el cuarto de uno de los nuevos, un muchacho de cerca de 15 años. 

Huérfano. Pobre. Solo. Triste. Y lo comenzaría a entrenar, había visto lo astuto que era para robar comida y engañar a las personas si se le entrenaba, sería un gran soldado. Posó su mirada en él, pero el chico estaba absorto, viendo hacia el cuarto de la chica.

-¿Sabes quién es ella?

-No. Parece... Parece un ángel.

-Qué niño tan listo, eso es. Ella es un ángel que ha venido a repartir un poco de justicia y venganza, estás aquí por eso, serás parte de mi flota y entre los dos crearemos justicia para todos aquellos que necesiten ser salvados. Para vengar a tus padres, lamento lo sucedido en Sokovia pero ya todo estará bien.

El niño hizo con sus manos dos puños. Veía en su mirada el dolor, el odio, las fervientes ganas de querer matar a todo aquel que se burló de él y lo sabía perfectamente porque él a su edad tenía esa misma mirada de odio puro que sólo se sacia de vez en cuando con muerte y venganza. Y con los años se vuelve el placer, el mejor pasatiempo con el que el niño convertido en adulto atesora, el placer de ver a todo aquel que le lastimó de rodillas suplicando perdón.

Perdón que por supuesto no llegaría jamás.

***

El eco que había dejado Ade era palpable. Su cuarto a pesar de todo el sol que recibía se sentía oscuro, vacío, el sentimiento amargo de la traición que ellos hicieron. No les había importado las demás opciones y ahora se lamentaban por eso. Desde ese día Steve caminaba más callado que nunca y había dejado de vivir en la Torre, ahora vivía en un departamento donde había conocido a Sharon y la misma Sharon relataba que Steve estaba cansado, agotado pero no se daba por vencido, si había alguien que pudiera encontrarla era él y todos lo sabían. Le pedirían perdón y luego tratarían de compensarla, Steve y Thor visitaban seguido la tumba de su madre. Le llevaban flores y le juraban a su madre que su hija volvería no importando el costo que había que pagar, Steve era el que se quedaba más tiempo.