Proyecto Luna Llena |MARVEL|

Capítulo 34. <<Búsqueda>>

*Steve*

Seguimos en el edificio y ya habían sido analizadas 8 de diez partes sin resultado alguno, comenzaba a preocuparme por ella, quizá el radar no es tan potente como para hacer un escaneo en lugares subterráneos, los agentes de HYDRA siempre se esconden bajo tierra, como los cobardes que son. Se está analizando ya la novena parte y comienzo a pensar que es tiempo de recurrir a Thor y su Ciudad Dorada como él suele contar pero un sonido diferente al del fracaso me hizo volver a dónde estaba:

<<UNA COINCIDENCIA>>

El mapa que apareció en la pantalla era a las afueras de la ciudad, decía que había sido hace un par de días, cuando la entregamos. Así que por ese perímetro ya tengo algo a lo que dirigirme a rastrear y levantar cada maldita roca que encuentre en este lugar. Voy a traer a Ade conmigo, la llevaré a la tumba que le construimos a su madre y no voy a dejarla nunca más, necesita a alguien que la cuide y quiero ser quien ocupe ese lugar.

-¿Dónde queda eso?- Thor miraba extrañado la pantalla, al parecer de dónde viene no hay nada de esto y se entiende ¿Para qué ser una raza que puede controlar elementos si vas a usar cacharros como los que tenemos ahora? Exacto, nadie- Es a las afueras de la ciudad.

-Bueno compañero, tenemos mucho trabajo por hacer.

*En la base de Hydra*

La muchacha se estremecía y gritaba con cada inyección que pasaba por sus venas, llevaba ya tres en una sola sentada y el ritmo cardíaco de ésta estaba a punto de explotar, pero al parecer quién hacía de doctor se negaba a parar y haciéndose de oídos sordos alistaba la siguiente aguja, pone pistas de música clásica en orquesta para no sólo escuchar los gritos de la muchacha. No le gustaría en su lugar, si es que sobrevive, lo que sigue después será más doloroso que las inyecciones.

-¿Cómo te la vas pasando Ángel?

-Detente. Eso me está quemando las venas.

Y aunque no quería, detuvo el experimento y tras unos minutos la muchacha perdió la conciencia y resbaló de la silla cayendo inevitablemente hacia el suelo. El muchacho la recogió y la llevó a su habitación, no podía administrar ningún tipo de medicamento o la muchacha moriría, químicos y químicos, era todo lo que tenía y una mujer que parecía estar hecha de Vibranio. Se preguntó qué pasaría después de que (si funcionaba) obtuviera su transformación final, había matado a su madre así que debía cuidarse la espalda, aunque quizá solo quizá estaba más a salvo de su ira que los Vengadores. Aquellos traidores que ante la primera amenaza decidieron entregarla, pero quizá querían hacerlo desde un inicio después de todo siempre sería la asesina de HYDRA.

Natasha al parecer había obtenido redención, pero por lo visto aquella jóven chica de piel pálida había obtenido nada más y nada menos que su traición. Mientras caminaba por los pasillos los demás pacientes alzaban la vista impresionados, acaso el gran nuevo líder de HYDRA ¿Cargaba ahora a una rata de laboratorio? Levantaban la cara impresionados y lo veían hasta que desaparecía con su paso liviano y sus zapatos bien boleados brillaban haciendo ruido a cada paso que daba.

Muchos no tenían cabeza para sacar conclusiones, luchaban por sus vidas, luchaban por sobrevivir a un día más en aquel lugar de muerte; pero detrás de algunas rejas habían pacientes ridículamente minuciosos e inteligentes que sabían que aquella mujer que su líder o amo cargaba era la última y fugaz esperanza de completar sus planes. Pero sabían que otros cuantos habían muerto en el mismo camino, conocían a la muchacha y sonreían, el Ángel de Luna Llena de Strucker pasaría la prueba de eso estaban seguros. Podrían hacer apuestas a que, pese a quien fuese el líder, o que hubiesen mil Soldados del Invierno a parte de Bucky o quizá 10 Pietros o 20 Wandas... Adelyne sería para siempre el mejor experimento jamás creado por HYDRA y su nuevo líder sólo hacía mejoras. No tenía el mérito de la creación.