IV. Piel

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Piel

Manto que nos envuelve en lo que somos. Protector de lo que puede herir.

Constante y luchador, cuando es atacada.

Llora, de manera carmín y escarlata, cuando teme de su seguridad.

Descansa, cuando el agua recae en ella, y le hace saber que es tiempo de tomarse un respiro.

Piel. ¿Cómo soportas tanto de nosotros?

Te han juzgado piel. Te han juzgado por años y lo seguirán haciendo.

Aunque estas en nosotros como la propia vestimenta, representándonos, quizás no te apreciamos.

Piel.

Te he podido apreciar hoy.

Pero no a mis propios toques.
No a mi propia y única, piel.

Te en alguien más.

Te desee.

Te desee tanto.

Eras blanca, y tenias pequeños lunares que me hacían recordar a las constelaciones que me acompañan cada noche.

Te veías suave, piel.
A lo mejor lo eres.
que es así.

Te escondías en ropas, un manto sobre otro, pero considerablemente uno más hermoso.

Eras hermosa, piel.

De verdad, lo eres.

Tu belleza reclamaba ser rozada por mis dedos. Ser consentida al toque cálido que mi mano otorga tan desesperadamente.

Pero, piel.

Estas lejos de mi.
¿Tienes idea cuanto deseo que te acerques?

¿Tienes idea de lo que haré si no lo haces?

Piel.

Existe alguien que desea conocerte.

Y es de tu misma esencia.
Y de sentimiento único.

Porque el toque será recordado cuando cierre los ojos.

Respire.

Y recuerde cuánto había deseado ése momento.

En el que tu piel y la mía se unieron.

Pero

Hay algo que es tan hermoso como , querida.

Creo que conoces a quién.

Naciste para protegerlo.
Te crearon para mantenerlo.
Y te usan para reflejarlo.

Sin importar cuántas marcas.
Lunares.
Mordidas.
Cicatrices.
Hayas tenido.

Siempre sigues siendo tan esplendida como alguna vez sentiste la luz por primera vez.

Como por primera vez sentiste la lluvia.
El frío.
Calor y besos. Hasta roces futuros.

El que te iguala en hermosura yace dentro de ti.

Late con fuerza.
Se hace presente.
Y te da vida y forma. Como las venas a las que más cerca puedes sentir a tu cuidado.

El alma que te pertenece, es tan maravilloso como tu vista.

Y el corazón que le da vida es el compás de tu existencia.

Piel.

Espera mi toque.

Esperalo con paciencia.

Que es una promesa.

Hasta pronto.

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