Se dice desde hace tiempo
Que sólo algunos tenemos suerte
Con paciencia y así dedicando
Nuestros días hacia aquellos
Que nos aman inconscientes
Igual que un suspiro inquieto
Esperamos que sea cierto
Temblamos prepotentes
Conociendo que al final de todo
No sea igual a cómo
En aquel principio
Pensábamos en el presente.
La vida nos ha colocado
Distintos tonos y colores
Que según aquel libro amado
Es visible ante la muerte.
Creo que no es la única que puede
Con sus gélidos y justos ojos
Observar los tonos en azulejos
Conjunto al brillo de tu rostro,
Cuerpo y sentimiento
Que yo admiro sin titubeos.
Oh dulce calma
Mantenme en tus brazos y no me dejes
Que esperar a mi alma gemela
Me mantiene ansiosa y confidente
A un amor que yo se que será
Más eterno que éste mar
Más emocionante
Que cualquier historia creada
Ante los ojos de la vida
Ante los ojos de la muerte.
La noche es nuestra
Tal como el brillo de la luna
Que se volvió tan secreta
Al sentimiento que nosotras
Con intención de verla
Como si de nuestros ojos se tratara
Como si nos escuchara
La petición de vernos
Y nunca alejarnos.
No quiero dejarte de decir
Cuán hermosa es su silueta
Cuando sonríe para las dos
Cuando nos cuida sin temor.
Pero más bella es
Que hasta arrancarme suspiros puede
Tu cuerpo, mi amor.
Enteramente te digo
Que si de escoger debo
No elegiría nadie más
Que a la que una vez me vió
Y no me dejó.
Que a la que mis manos
Aún temblorosas
Desean tocar
Y digo sin estragos
Que no existe ni existirá
Persona como tú
No hay.
Única y hermosa
Como el resplandor de la luna
Que en susurros te mando
Más de un te amo
Para todas y ninguna
Porque para mi eres mi todo
Y los demás no importan.
Con estos versos te quiero decir
Que nuestras noches serán así
Llenos de poesía y ternura
Amantes de la lectura
Que se reúnen por primera vez
Y nunca más se separan
Porque así debe ser
Porque así será
Sin menor duda.
Para ti, querida
Que nunca dejes de soñar
Porque amaré verte descansar
Sobre mi pecho
Muy pronto
Algún día.
