XXXV. Rango

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Como todas cosas, se encuentran en un rango del 1-10.

Las preferencias no existen y tus gustos se engloban en una sola cosa. Porque somos indecisos la mayoría del tiempo, porque estamos buscando cosas que nos llamen, llenen, hagan sentir como que tenemos más de lo que creemos y nos encuentre con nosotros aunque no queramos. Tener dos caminos no son siempre la decisión más fácil, muchas veces se convierte en una ruta larga, inmensa y basta, donde lo que ves es lo que quieres, y lo que encuentras te sorprende. Y aunque algunas veces llueve, al final no encontrarás menos de tres motivos para seguir caminando. Cada paso, es cada día, cada respiro es como un suspiro cuando las palabras son esas que lees en las noches concentrado en no perder el ritmo, porque son cuatro tiempos en aquella pieza que te acompaña, y sin querer, creaste. Y sí, no se cree en el amor como ha de hacerse, porque el querer se confunde con el sentir y el sentir se confunde con el desear. Al final, los sentidos son cinco y uno no depende de todos ellos. No para mi, a veces los ojos se deleitan más que mis manos y a veces mis manos quisiera deleitarse tanto como ellos, pero la paciencia es un don y la esperanza es seis veces más grande que cualquiera de los anteriores. No por decepcionarse, no por no esperar nada, es la ciega confianza la que hace que los días sigan su curso y las noches dejen de ser extrañas, a partir de las siete de la noche, sabes, cuando estas en tu cama y solo das vuelta en la almohada, tu cabeza se ha ido y las dudas existen. Te vuelves un ocho sin querer, por no confiar en lo que creaste y viste desde un principio, pero la idea no era pensar tanto en detalles sino dejar que se formara por si solo, por su propia manera de crecer, sentir, ver, pensar, dudar y creer. A veces te despiertas a las nueve, y nada duele, por qué ha de doler si lo que haces te gusta, por qué todo tienen que ser modismos, tradiciones, ser convencional sí es aburrido y no te deja llegar a donde quiere llegar si quieres perdurar, no. Sólo deja que las reglas se corten y hazlo como te sientas mejor, porque para ganarse un diez, uno no sólo tiene que estudiar, tiene que hacer, y por hacer, moldear, practicar y no sólo con tu persona, sino hacia aquello que quieres compartir por largo rato.

A veces las cosas se encuentran en un rango del 1 al 10, pero con alguien como tú, dan ganas de que sea mayor a la media, y saltarnos no solo un rango, sino todo número que se acerque. Llegaste hasta aquí, sé que no te quieres detener. Quién querría, realmente.

Gracias por ser más que un cerrado diez para mi.

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