Cambiando al enemigo [En Edición]

Capítulo 24

¡Holaaaa! He aquí un nuevo capítulo. ¿Se preguntarán porque he escrito esta nota al principio y no al final? Bueno eso es porque quiero avisarles que éste capítulo es muy distinto a los anteriores. No tiene contenido sexual, pero si mucha acción. Ya me encargaré yo de avisar cuando llegue un capítulo caliente, jajaja. Si eres sensible, o no te gustan las escenas de matanza puedes obviar esta parte. No es que sea algo exagerado, pero ya estás advertido. Sólo informo porque a muchos no les gustan ese tipo de escenas. Les agradecería su apoyo, espero me regalen estrellitas y comenten para animarme a seguir. Es mi primera historia y quiero saber que opinan. Bueno, ya no les canso más; disfruten el capítulo :)

PD: En el multimedia la foto de Bill en éste capitulo.

Bill

Sonrío al espejo con gracia mientras ajusto la corbata con mi mano. Desvío mi mirada al sobre que se encuentra en la mesa. Hoy será una buena tarde, y no puede ser desperdiciada. Por fin seré dueño y señor de la empresa Hudson, la mansión, y heredero de la fortuna que le corresponde a Jade.

Adán ha hecho un excelente trabajo. Ha cumplido con encontrar y entregarme el documento que Jade aún no había firmado. ¡Será tonta la muy idiota! Pienso, y luego suelto una carcajada. ¿Quién no desearía poseer tanto dinero para vivir en el paraíso? Bueno, le debo agradecer hipócritamente por cederme sin conocimiento alguno la herencia que le pertenecía.

Cedí mi ayuda a Adán luego de que me entregara el documento. Tuvimos una conversación muy agitada hacen varias noches, pero al final llegamos a un acuerdo que para mí no fue nada agradable, pero para él fue la liberación. ¡Creído! Sabe que no cumplo con lo que propongo, y aunque le di a entender que era libre de hacer lo que quisiera pagará con dolor por haberse enamorado de Jade. No puedo soportar verlos juntos. Ella es como su madre, y no puedo permitir que él pase por lo mismo que yo. Está hecho, entrenado y preparado para hacer trabajos sucios, no para amar. El amor es para los débiles, y yo me encargaré de que se olvide de Jade.

Con elegancia me paseo por la habitación en busca de un bolígrafo. Al divisar uno lo tomo, me encamino a la mesa, cojo el sobre en mis manos y lo abro. Me siento, rasco mi barbilla mientras vuelvo a leer. Una vez termino, sin dudarlo firmo para luego guardar el documento. Me levanto decidido y salgo fuera de la habitación; mi abogado me espera.

Al bajar la escalera observo a la Nana con repulsión. Se encuentra sentada en una de las sillas de la grande cocina. La veo sorber su nariz y limpiarse las mejillas con una pañuelo. Arqueo una ceja. ¡No otra vez! Ya esta vieja me está cansando. Todos los días se la pasa llorando. Los humanos no debemos ser sensibles. Me irita ver a alguien así, y la Nana es una de ellas. Coloco el maletín en la mesa con más fuerza que otras veces, provocando que la Nana salte en su lugar y comience a temblar. Y ahora la peor parte; tener que dirigirme a ella. Detesto hablar con la servidumbre.

-¡¿Se puede saber por qué lloras?! -Le pregunto en un tono demasiado elevado.

-No puedo seguir con esto, Señor. -Responde con voz nerviosa y poco audible.

Volteo los ojos. Me levanto y comienzo a caminar en círculos alrededor de ella. Observo como el regordete cuerpo de la pobre mujer se tensa.

-Nana, Nana, Nana. -Pronuncio su nombre como si estuviera tarareando una canción. Me detengo justo detrás de su espalda-. No me importa si puedes seguir o no, ya estás metida hasta el fondo en esto, y no me puedes dejar solo... ¿Lo sabes verdad?

Asiente con su cabeza de forma descontrolada. Rompe a llorar con más fuerza, sacudiendo su cuerpo mientras suelta los sollozos. Harto ya de la misma mierda suelto un gruñido, y la tomo por el cuello.