Cambiando al enemigo [En Edición]

Epílogo

Jade

Aproximadamente tres años...

Mis dedos se mueven con destreza y rapidez sobre el teclado. La ansiedad de terminar mi nuevo proyecto me consume,  y me entrego a todo mientras la inspiración sigue fluyendo. Detengo la carrera que llevan mis dedos cuando siento unas manos frías masajear mis hombros tensados. Dejo caer mi cabeza hacia atrás, cierro los ojos y gimo gustosa por el increíble masaje. Unos tibios labios cubren los míos en un abrir y cerrar de ojos.

—Cariño, ¿por qué no vienes a la cama? —Me dice con voz melosa, mientras continúa con su masaje—. Ya son pasadas las una de la madrugada...

—No me había dado cuenta... Ve, luego te alcanzo.

Deja un casto beso en mi hombro derecho y luego se marcha a la habitación. Miro el reloj, Max tiene razón, ya es tarde. Apago la computadora y la dejo en la mesa situada al lado del grande sillón, luego estiro mis piernas para poder levantarme y apagar las luces. Pero antes dirijo mis pies a la cocina, tomo un vaso de cristal y lo lleno de agua. Mientras me la bebo, observo hacia afuera la tranquila noche.

Antes de que los pensamientos del pasado me coman la cabeza, decido ir a la habitación que queda al lado de la mía. Cuando entro, una suave música reina en la habitación llena de muchos peluches. Me acerco a la cuna y sonrío al ver la pequeña criatura que duerme como un ángel. Dejo un casto beso en su frente, luego me aseguro de que esté arropada, apago la música y salgo sin hacer ruido.  Al entrar a mi habitación me deshago del albornoz, quedando sólo con una fina tela color púrpura que deja a la vista un grande escote. Rápidamente me meto en la cama y observo a Max.

—¿Es interesante ese libro? —Le pregunto esperando que termine para poder dormirnos.

—No lo sé... Supongo que sí, fuiste la que lo escribiste. —Me dice con una sonrisa—. Es interesante, como tú. Quiero llegar ya al final. ¿Será que puedo saltar las páginas hasta la última y ver que sucede con la complicada pareja?

—¡No! —Exclamo en medio de una carcajada—. Te perderías grandes detalles importantes.

—Quisiera saber... —Empieza a decir con voz seria—. ¿Qué te llevó a escribir una historia así?

Me quedo mirándolo a los ojos, sin saber que respuesta darle. Por lo que intento decirle la verdad, pero sin delatar a los personajes que le dieron vida a ese libro.

—Simplemente es una historia... No tiene nada que ver con mi vida pasada.

—Llevamos casi un año juntos, y creo conocerte bastante bien. —Arqueo una ceja y lo miro esperando a que continúe—. No te enfades linda, pero el personaje de la chica tiene tanto de ti. La única diferencia es que la del libro es morena y tu eres rubia... Aunque al principio era rubia.

—Puede que haya puesto pequeños detalles como por ejemplo; su afición por la lectura pero son solo eso, detalles que añadí para llenar los espacios en blanco.

—A veces siento que me ocultas cosas, Jade. —Comenta en voz baja. Bajo la mirada al libro y cuando voy a decir que no tiene por qué preocuparse, habla—. ¿Ese chico tiene que ver con alguien que conociste en el pasado?

—¡¿Pero qué dices?! —Digo intentando ocultar mis nervios—. El libro es ficción. Ella es una chica ingenua, inocente, pura. Él se encapricha con ella, la persigue, la enamora, juega con sus sentimientos hasta llevarla a la cama y luego le hace daño. ¿Quieres saber el final? Pues bien, ella lucha incansablemente por él, a pesar de todo el daño que él le causó, intenta sacarlo de la cárcel y lo logra, ella se va y espera que él la encuentre, pero eso no sucede...