CAPÍTULO #1

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Yo puedo sola mamá, no necesito ayuda.- le repetía para que me permitiera ingresar sola a nuestro nuevo hogar.
- Lo se hija, pero puedes tropezar y caer, no quiero que te lastimes.- se que se preocupaba por mi, y que ellos no fueron los culpables de que quedara ciega pero, no lo puedo evitar, el simple recuerdo me mata por dentro.

- Esta bien mamá, como quieras.- dije dándome por vencida.

Al entrar a nuestra casa mi mamá se encargo de describir me como es.
Al entrar ala derecha se encontraba la cocina y el comedor estaba por fuera. A la izquierda la sala de estar, y frente a esta las escaleras. A lado de los escalones se encontraba un pequeño salón.
En la segunda planta habían varias habitaciones, mi nueva alcoba se encontraba dos puertas a la izquierda y frente a esta la ducha.
Mi madre al entrar a mi ahora habitación se emociono demasiado ya que según ella era la más hermosa de todas y la mas amplia ,pero no pude compartir la misma emoción que ella ni nunca podre. Querían satisfacer todas mis necesidades para que estuviera feliz pero, lo que yo necesitó para poder ser lo no es una hermosa habitación, ni mucho menos lujos yo solo pido una sola cosa... Que me regresen la posibilidad de ver, que atrapen a ese desgraciado que me puso en esta situación.

- ¿Que te parece si salimos a comer? .- pregunto mi mamá con una pizca de nerviosismo. Para ella es difícil verme a si y no sabe de que manera hacerme sonreír y dejar atrás toda esta porquería.

- Lo siento mamá, estoy cansada y quiero descansar dejemos lo para mañana ¿ok?.- le dije en forma de suplica ya que el viaje me había dejado agotada.
-Claro cielo, en ese caso mañana sera un día madre e hija. iremos a desayunar a algún lugar y después vamos de compras, quiero conocer la ciudad, además necesitaras un nuevo guardarropa ya que en unos días comenzaran las clases.- a mi no me importaba conocer la ciudad, ni mucho menos el guardarropa pero con tal de hacerla feliz esta bien. No quiero que ella sufra por mi actitud.

- Esta bien mamá, lo que tu digas.- le regale una sonrisa y me acosté en mi cama dispuesta a descansar de una vez por todas.- buenas noches descansa.- no escuche respuesta de su parte ya que en ese momento caí profundamente dormida.

AMOR CIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora