Capítulo 8.

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Pov's Alice.

Mi cabeza iba a explotar dentro de poco tiempo. Para colmo tengo que entrar a trabajar en pocos minutos o sino llegaré tarde.

Camino hacía la cocina y me reprendo por haber bebido la noche anterior. Tenia que haber ignorado las palabras de Stephen, ya que en verdad me hicieron reflexionar. Aunque ahora me arrepiento de ello.

No recuerdo nada que haya pasado después de perdile más copas al hombre amable tras la barra.

No me reconozco.

Yo nunca haría estas cosas.

Cojo una pastilla y lleno un vaso de agua, trago la pastilla acompañada por el agua.

Ando hacía el salón y me siento en él sofá. Me sorprende ver un papel doblado en la mesita frente a mí.

Lo desdoblo y abro los ojos.

Bueno, niñata. No se me da muy bien decir estas cosas pero al grano. Si te preguntas por qué te duele tanto la cabeza es normal, bebiste mucho y también que lo pasé bien, fue gracioso verte borracha.

Pd: No soy Stephen.

Ruedo los ojos.

Pd2: Deberías coger una cosa que se te cayó en mi coche.

¿Qué será?

Me pregunto volviendo a mi habitación a prepararme para el trabajo.

No quiero volver a verlo, cada vez que estoy con él pasa algo malo, pero ¿por qué siento que lo que estoy pensando es mentira?

Me coloco la ropa y cuando voy a ponerme mis zapatos favoritos, no encuentro el otro. No me detengo en eso y decido que más tarde lo buscaré. Luego, hago una coleta en mi cabello y cuando diviso unas ojeras bajo mis ojos, aplico maquillaje en ellas.

Sin más preámbulos corro a toda velocidad hasta la parada del autobús. Miro las horas a las que viene y maldigo cuando este pone que vuelve una hora más tarde de mi entrada al trabajo.

Se me ocurre llamar a Nora pero mis manos se quedan paradas cuando veo la persona parada frente a mí.

Uno de sus brazos tatuados queda a la vista, al tenerlo apoyado en la ventana del coche. Me mira frunciendo el ceño mientras yo rezo porque desaparezca.

-¿Qué haces ahí parada con la resaca que tienes que tener?- Espeta y hace que se me hiele la sangre.

-Voy a trabajar. Algunas personas hacen eso para conseguir dinero legalmente.

Me felicito mentalmente por sonar molesta y algo ruda.

Él rueda los ojos y le pierdo de vista cuando se agacha.

-Esperaba darte esto pero... como estas siendo muy mala conmigo...

¡Mi zapato! ¿Cómo es qué lo tiene Stephen?

Sonríe mientras lo vuelve a tirar a alguna parte del coche.

-Devuelvemelo.

-Obligame.

Me acerco a la ventana y alargo el brazo, rozo su otro brazo que tiene apoyado en el volante y siento una corriente. Estiro la mano y finjo que no ha pasado nada.

-Stephen, llego tarde al trabajo, por favor no me distraigas más- Digo con voz cansada.

-Yo no hago nada.

Lo fulmino con la mirada mientras zarandeo su brazo. Ignoro la sensación de nuevo y refunfuño cuando veo que no consigo nada.

-Voy a llegar tarde.

Miedo. [#Wattys2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora