Miedo. [#Wattys2016]

Capítulo 27.

Pov's Stephen.

Apoyo mis manos en mis rodillas mientras me coloco bajo un árbol. Intento ralentizar mi respiración, inspirando y expirando lentamente. Durante estos días e intentado olvidarme de las cosas con la niñata y demás problemas y centrarme en mí.
He vuelto al gimnasio y a salir todas las tardes a correr. Además de que mejoraré mi forma física, me mantendrá ocupado.

Observo mi alrededor mientras camino. Estoy en un parque solitario, exceptuando a una pareja sentada en un banco. Frunzo el ceño cuando me doy cuenta de que esa melena castaña me suena bastante.

Agudizo la vista justo para ver como la chica se levanta y abraza al chico. Al separarse puedo ver la cara de ella perfectamente. La niñata se encuentra sonriendo a un tipo frente a ella.

Aprieto los puños y la mandíbula al percatarme de lo juntos que se encuentran.

¿Es que no sabe qué hay mucho capullo suelto?

Lo irónico es que yo lo soy.

Niego con la cabeza para quitar toda clase de pensamientos y centrarme en lo que estaba haciendo.

No puedo evitar torcer la cabeza mientras comienzo a trotar y fijar la vista en esos dos. Es en ese momento cuando veo al tío frente a la niñata. Es ese que organizó la fiesta y al que le gasté esa pequeña broma.

Acelero dejando atrás el parque intentando olvidar la imagen de su sonrisa y la del tío en el suelo causada por un puñetazo.

° ° °

Salgo de la ducha y enrollo una toalla en mi cintura. Camino descalzo por el pasillo para llegar a mi habitación pero llaman al timbre. Maldiciendo, camino hasta la entrada y miro por la mirilla. Me sorprende ver que la niñata se encuentra tras ella por lo que pongo mi más falsa sonrisa y la abro.

-Hola, ¿está Steph....?- Su voz se va apagando cuando me observa.

Puedo ver como sus mejillas enrojecen y aparta la vista de mis abdominales, centrandola ahora en mis ojos.

-¿Me buscabas, niñata?- Arqueo una ceja mientras me apoyo en el marco de la puerta.

-Quería pedirte un favor...- Casi susurra.

Tengo que morderme la lengua para no estallar a carcajadas al percatarme lo nerviosa que se encuentra.

-Oh, ¿qué tipo de favor?- Sonrío pícaro, subiendo y bajando las cejas.

-¡No ese tipo de favores!- Dice con voz infantil mientras frunce la nariz.

-No he dicho nada- Digo extendiendo mis manos.

-Lo has insinuado.

-¿Vas a decir algo qué merezca la pena o me vas a tener aquí todo el día?- Resoplo por puro aburrimiento, aunque me pasaría el día observando el rostro rojo de la niñata.

-¡Ah sí!- Muerde su labio inferior- Quería pedirte que me dieras clases de defensa personal.

Por un momento todo queda en silencio pero entonces me carcajeo mientras niego con la cabeza divertido.

-Es una broma, ¿no?- Me pongo serio de pronto.

Niega con la cabeza.

-No- Estoy apunto de cerrarle la puerta en las narices pero su pie me lo impide.

Camino de vuelta a mi habitación escuchando como la niñata cierra la puerta y me sigue.

Busco la ropa que ponerme junto con un bóxer.