Miedo. [#Wattys2016]

Capítulo 39.

Cuando abro los ojos, me encuentro con otros oscuros. Los agrando y me revuelvo sobre su cuerpo.

-Eh eh, tranquila -posa sus manos en mi espalda baja y me acerca más a él.

Me estrecha en su cuerpo durante unos segundos antes de que yo aparte sus manos de mi cuerpo.

-¿Me he quedado dormida?

-Sí -Sonríe.

-Bueno, pues... -me levanto y me pongo de pie -. Debo irme.

-Te llevo yo. -Dice colocándose a mi lado.

Lo miro alzando una ceja.

-Que sepas que aunque no lo parezca sigo enfadada.

-No, no lo parece.

Comienzo a caminar y pongo los ojos en blanco.

-Y odio que sea así -Digo -. Llévame a casa de mis tíos.

Se ríe entre dientes y luego oígo una puerta. Sin más remedio, me quedo esperándolo en la entrada de la casa. Cuando regresa, trae puesta una camiseta y una sonrisa abierta en su rostro.

Hoy es de esos días en los que está de buen humor.

Comenzamos a caminar hasta que él se para, por lo que yo también lo hago. Mi mirada viaja de él hasta la moto negra frente a nosotros. Resoplo y espero a que Stephen se suba para yo hacerlo. No quiero ni siquiera quejarme.
Durante el camino, cierro los ojos y sujeto bien fuerte su camiseta con mis manos.

-Llegamos.

Asiento colocandome el pelo medianamente bien.

Él se baja de la moto y para mi sorpresa, extiende una mano para ayudarme a bajar. Pero mi orgullo se antepone a mis deseos de tomar su mano y bajo por mi cuenta.

-Eso ha dolido niñata. -Lo ignoro mientras camino hasta la puerta de la casa.

Espero que mis tíos no se hayan enfadado mucho. Aunque prácticamente es inevitable, es decir, dejé a mi familia tirada por irme a ver a Stephen... me llevaré una buena bronca.

-¡Espera niñata!

Llamo al timbre y sin ni siquiera responder abren la puerta. Entro rápidamente y paso el jardín corriendo. Para cuando estoy apunto de cruzar la puerta una mano atrapa mi brazo. Mi cabeza choca con su pecho a la misma vez que suelto un gritito atropellado.

-Sueltame.

-Quiero dejar clara una cosa -levanta el dedo índice -. No hubiera pegado a Thom o como mierda se llame si no me hubiera provocado antes. Sólo tenías que haberme preguntado, pero claro. ¿Quién pregunta al insensible de Stephen? ¡Nadie!

Su rostro hace una mueca y odio que de verdad se vea decepcionado.

¿Pero qué quería que hiciera?

Puede que me haya dado las suficientes razones para que lo culpe a él en todo.

-¿Por qué empezó todo?

Se encoge de hombros.

-Cosas que no te incumben.

-¡Dios, estoy harta de tanto misterio! ¿Qué coño pasa? -Chillo alzando los brazos.

-¡Yo también lo estoy! -grita Stephen de vuelta.

-Pues acaba con él. Sólo tienes que contarme -suavizo mi voz, acercándome a él. Coloco mis manos en sus hombros y lo miro a los ojos.

-No es tan fácil. Tú podrías salir mal parada y yo sinceramente no sé qué haría si te hicieran daño. -Tal sinceridad me deja azorada.

-No me van a hacer daño. -Intento convencernos a los dos de ello.