Miedo. [#Wattys2016]

Capítulo 17.

Abro mis ojos y me encuentro con unos ojos oscuros. Me atraviesan con la mirada como si quisieran meterse en mi interior.
Me siento en la cama y apoyo mi cabeza en la pared. Stephen también se incorpora y suspira.

-Tengo que irme, niñata- Dice y rápidamente se levanta.

-¿A dónde vas?- Tengo que carraspear para que mi voz salga bien ya que llevo horas sin hablar.

No contesta y se coloca unos pantalones negros y una camiseta blanca. Por encima una chaqueta de cuero.

-Voy contigo- Paso la mano por mis ojos y bostezo.

-No, tú te quedas aquí- Dice firme y sale por la puerta de la habitación.

Me levanto rápidamente y voy tras él.

Lo encuentro hablando con Alex en el salón. Ambos tienen caras de preocupación lo que hace que de inmediato la sienta también.

-¿Podéis contarme si sabéis donde está Emily? ¿Y qué pasa con Adam?- Pregunto impaciente y acercándome a ellos.

-No sabemos donde está, niñata.

-Es decir, sabemos quien se la ha llevado pero no donde está- Explica Alex fulminado a Stephen con la mirada.

-¿La tiene Adam? ¿Pero por qué? No lo entiendo. ¿Qué quiere?- Pregunto confusa.

-Sí, la tiene él. Y aún no sabemos lo que quiere- Contesta Alex apretando la mandíbula.

-No mientas, Alex- Dice Stephen y me mira- Te quiere a ti, Alice.

-¿A mí?- Abro los ojos, él asiente.

-Por lo visto, quiere algo de ti- Dice Alex y me frota el hombro.

Miedo comienza a filtrarse por cada célula de mi piel.

¿Por qué Adam me quiere a mí? ¿Y para qué?

De nuevo más preguntas sin respuesta.

-Entonces tengo que ir con vosotros- Tiemblo con el solo hecho de pensar en lo que la estarán haciendo a Emily, pero me mantengo recta y decidida a ir.

-No- Contestan los dos al unísono.

-Tengo que ir, Adam no dejará en paz a la gente que quiero sino voy.

-No irás Alice- Stephen me mira frunciendo el ceño.

-Sí y no podéis impedirlo- Digo mientras comienzo a caminar hasta la puerta.

Escucho pasos tras de mí y entonces corro.

-¡Ni siquiera sabes dónde es!- Grita Stephen a mi espalda.

Buen punto, pero no dejaré que me encierren en esta casa y que no pueda hacer nada.

Cojo el pomo de la puerta y rezo porque esta se encuentra abierta mientras lo giro. Abro los ojos y sonrío cuando la puerta se abre.

Estoy apunto de salir corriendo de aquí cuando unas manos en mi cadera me lo impiden. Miles de corrientes atraviesan mi cuerpo cuando siento como mi trasero se pega a algo duro. Sofoco un grito poniendo una mano en mi boca cuando las manos de Stephen se colocan por encima de mi estómago, muy cerca de mis pechos.

-Sueltame, capullo- Saca lo peor de mí.

-Esa boquita, niñata- El cálido aliento de Stephen eriza la piel de mi cuello.

Intento zafarme de él, pero seamos claros, se siente demasiado bien como para querer de verdad alejarme. Pero aún así, lanzo miles de patadas al aire intentando que alguna alcance el cuerpo de Stephen.