Miedo. [#Wattys2016]

Capítulo 4.

-¿A dónde me llevas?-Pregunto.

Él no responde y al instante la desconfianza aparece.

¿Pero qué estaba pensando?

Es un chico peligroso y yo lo estoy dejando que me lleve a saber donde.

-Quiero que me digas a dónde me llevas.

Oígo un gruñido de su parte y luego se para.

-Mira. Como vuelvas a preguntar o abrir la boca siquiera te dejo aquí tirada.

Me escruta con la mirada mientras habla y suelta mi mano rápidamente.

Miro mi alrededor y me abrazo a mi misma cuando siento que el aire me hiela la piel. La noche es oscura y las calles se encuentran solitarias.

Niego con la cabeza aunque él no me vea y corro para alcanzarlo.

Me tropiezo con una piedra y mi tobillo se tuerce. Muerdo mi labio para no llorar como un cría y me quedo parada con los puños apretados.

¿Por qué soy tan torpe?

Desde luego está siendo una noche horrible.

Me siento en la acera y acaricio mi tobillo mientras observo como Stephen se aleja.

¿Será capaz de dejarme tirada?

-¡Stephen!- Él se para pero no se gira.

-¿Qué?- Espeta.

-No puedo andar...- Digo con un hilo de voz.

Se acerca a mí y se agacha. Me mira a los ojos y trago saliva. Su mirada, su cercanía y hasta su presencia, me ponen nerviosa.

-Lo estropeas todo, niñata.

De pronto, me encuentro en sus brazos. Mis ojos se abren mientras me quedo estática en mi lugar.

-Pu-Puedo sola- Balbuceo mirando mis manos en mi regazo.

Él no responde.

Me siento tan pequeña ahora mismo mientras observo su mentón desde abajo. No puedo evitar posar mi dedo índice en los tatuajes de sus brazos. Me pregunto si le dolieron demasiado...
Noto como se tensa bajo mi tacto pero no dice nada, ni siquiera me aparta la mano.

Pasan los minutos y el silencio cada vez me abruma más. Quiero irme a casa y despertar de este incómodo y horrible sueño, pero sé que esto está pasando y no lo puedo remediar.

Todo esto es culpa de Nora.

-Bajame- Le indico mientras me remuevo para que me suelte.

Él lo hace.

Apoyo mi pie en el asfalto y hago una mueca. Andar puedo andar, aunque con dificultad.

-No creas que te pondré el brazo para que lo tomes, princesa- La burlona voz de Stephen hace que lo mire con odio.

Me apoyo en una pared mientras camino.

-Eres más insoportable de lo que creía- Dice.

-Yo tampoco te soporto- Espeto y escucho su risa.

Seguimos caminando pero un ruido proveniente de un coche de policía nos alarma. Lo que pasa ahora es demasiado confuso y extraño para mí. Stephen me coge de los hombros y me estampa -aunque no me hace daño, pero abro los ojos de la sorpresa- en una pared. Hunde su cara en mi cuello y me hace cosquillas con su respiración. Sus manos se posan en mi cintura mientras siento como su tacto quema sobre la tela del vestido.

Mis manos se posicionan en sus hombros y me siento aturdida a medida que sigue en la misma posición.

Mi respiración se acelera.