Capítulo 10.

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Droga.

Simplemente había un montón de bolsas blancas apiladas en el fondo de la habitación. Si tal vez solo fuera...

-¿Azúcar?- Pregunto levantando los hombros.

-Nop. Prueba otra vez- Stephen sonríe mientras hace un gesto con el brazo, como indicando que observe todo.

-¿Por qué haces esto? ¿Qué ganas con traerme aquí? Yo solo quería mi zapato, pero tú lo único que has hecho es inplicarme en esto- Coloco mis dos manos sobre mi cabeza.

Lo odio.

-No, lo único que quería era que abrieras los ojos pero veo que no eres tan lista como pensaba.

Encima me insulta en mi cara.

-Imbécil- Murmuro.

-Quería que vieras que este mundo no es para ti. Deberías estar saliendo con tios y yendo a misa todos los domingos, no yendo a peleas ilegales.

-Lo sé y por más que intento estar al margen de ello siempre apareces.

-No, tu lo haces. Por eso te he traído aquí.

Dubitativa frunzo el ceño.

-¿Te das cuenta que puedo coger el móvil y llamar a la policía?- Meto la mano en el bolsillo delantero y apunto estoy de alcanzar el móvil cuando una mano me atrapa el brazo.

-Haz eso y no sales viva de aquí.
Un sentimiento extraño aparece en mi estómago. Admito que estoy aterrada por dos cosas, por este lugar y por la reacción de Stephen. Pensaba que lo conocía pero estaba equivocada, sigue siendo un misterio. Mi estómago empieza a revolverse de puro nervio y me muerdo el labio para intentar calmarme.

-Ste-Stephen-Tartamudeo.

Mi espalda choca con una pared cercana y observo sus ojos, temblando.

-No me hagas daño....-Susurro.

Él acerca su rostro al mío lentamente. Parece como si me estuviera inspeccionando o algo. Su respiración se posa en mi frente y siento sus labios rozar mi nariz.

Entonces él me suelta y pasa sus manos por su cara. Luego, golpea fuertemente la pared con su puño y provoca que dé un respingo. El golpe hace eco en la habitación.

-¡Me sacas de quicio!- Exclama.

No consigo descifrar si está enfadado o está normal. Pero no me atrevo a comprobarlo.

-¿Qué es todo este jaleo?- Una persona entra en la sala.

-Arthur- Saluda Stephen levantando el mentón.

-¿Quién es?- Pregunta el tal Arthur señalandome con el dedo.

-Alice- Digo frunciendo el ceño mientras miro al hombre frente a nosotros.

Es de estatura media, calculo que de unos 30 o 40 años. Su pelo es negro y tiene unos ojos azules muy bonitos. Va enfundado en un elegante traje negro que le da un toque de seriedad, aunque su cara demuestra todo lo contrario. Me mira sonriendo y veo como se acerca a mí.

-¿Tu eres la nueva novia de Stephen?

-Ni lo sueñes, Ar- Él se ríe ante la respuesta de Stephen y chasquea la lengua.

-Es demasiado bastardo para una chica como tú.

Sonrío de acuerdo a su declaración.

No parece tan malo... excepto porque es uno de los que está bajo todo este royo de la droga.

Miedo. [#Wattys2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora