Miedo. [#Wattys2016]

Capítulo 33. (Parte 2)

Lo siguiente era el postre.

Mi tía había hecho un delicioso pudin, además de una tarta de chocolate y galletas. Todo se veía delicioso, muchos se lo habían hecho saber, incluida yo, que quería tener la velada en paz y quería dejar de actuar así de contestona frente a los demás. No me gusta ser así, yo jamás gritaria o diría algo indebido a alguien que fuese de mi familia.

Aunque es cierto que todo lo que hay en la mesa me gusta, tengo el estómago revuelto y no es porque he cenado demasiado. Es por el precioso encontronazo con Stephen, anteriormente.

Para no hacerle el feo a mi tía, acepto el ofrecimiento y comienzo a comer un poco de pudin.

-Está muy bueno, señora -Stephen dedica una pequeña sonrisa a mi tía.

Ella lo imita, pero puedo notar como aún sigue habiendo una tensión en esta habitación.

-Te ha quedado espectacular -Piropea su marido y se dan un beso en los labios.

-Ay, papá mamá -Emily hace una mueca de asco.

Ambos ríen y comen gustosos de sus platos.

Ahora todos vuelven a estar cómodos menos yo, claro. Ann comienza a hablar sobre algo que sinceramente no me importa y yo sólo observo mi plato, mientras me meto la cuchara a la boca con poquísimas ganas.
Pero me yergo curiosa cuando escucho un ruido proveniente del piso de arriba. No soy la única que lo escucha, pues Stephen también se pone recto, en guardia. Como si lo hubiéramos predicho nuestras miradas se encuentran a la misma vez.

Nadie se ha percatado de nada salvo nosotros.

-¿Puedo ir a enseñarle la casa a Stephen? -Todos se callan y me miran con los ojos abiertos. Sé que he escogido algo no muy coherente como excusa.

-Claro, cariño -Murmura Roger con el entrecejo fruncido.

Mi prima mueve sus cejas arriba y abajo.

Ruedo los ojos y cojo la mano de Stephen.

-Tienes que ver la bonita pintura que... -Me callo cuando empezamos a subir las escaleras y perdemos de vista las cuatro miradas curiosas en el salón.

-Niñata, pésima actuación -Dice tras de mí.

Mis mejillas se sonrojan sin saber siquiera porqué y evito mirarlo.

-¿Qué era ese ruido? -Pregunto.

-Quizá algo que se ha caído.

-Pero ha sonado muy fuerte -Me paro en el final de la escalera y me apoyo en la pared.

Suelto su mano.

-Muy bonita pintura -Dice él tocando la pared a mi espalda.

Le golpeo el hombro y rio levemente.

-No hay momento para bromas.

Siento un escalofrío recorrerme la espalda cuando observo la planta alta en plena oscuridad. Enciendo la luz del pasillo y suspiro alivida al percatarme de que todo está normal.

Stephen se coloca frente a mí, dandome la espalda y me incita a caminar. Hago lo que me dice arrugando con mis manos levemente su chaqueta negra.

Abrimos la primera puerta que vemos y enciende la luz. Me asomo, justo para ver la habitación de mis tíos, que se encuentra tranquila.
La segunda puerta es un baño y tampoco encontramos algo fuera de lo normal.
Por último, la habitación de Emily.

-Quedate aquí -Pronuncia entrando, a la vez que enciende la luz.

Me abrazo a mi misma cuando se marcha.