-¡Alice, despierta! ¡Niñata! ¡Maldita sea!
Intento seguir esa dulce voz, que me dice que debo despertar. Que debo seguir junto a él, pero sin embargo, hay otra parte de mí que me dice que cierre los ojos y me acurruque más sobre el frío mármol.
Extrañamente no me siento mal; me siento bien y tranquila, aunque mi cabeza pesa como mil demonios.Pero es mi parte racional la que hace que abra los ojos y me quede inmóvil durante un momento.
-¡Dios Alice! Me has dado el susto de mi vida... -masculla frente a mí.
Me levanto del váter (que estaba tapado) y lo miro.
El que se encuentre tan nervioso hace que yo también lo esté y respire más rápido.
-Tranquila nena. -Sus manos intentan tocarme pero mis manos se lo impiden.
-¿Qué ha pasado? -pregunto desconcertada mirando a mi alrededor.
Estamos en un baño. Y no recuerdo nada. Me encuentro en ropa interior.
-¿Por qué estoy semidesnuda? -tiemblo cerrando los ojos y abrazandome a mí misma.
Por primera vez no es por la vergüenza de que me vea sino por el frío que me cala los huesos.
-Tienes que tranquilizarte primero. -Pide suavemente.
Asiento.
-Debemos encontrar algo para ponerte. -Dice apretando los puños.
Sale del baño dejándome sola.
-¡Stephen! Te necesito... -susurro y aprieto mis ojos con fuerza.
Lo necesito.
-Eh, eh, estoy aquí. -entra al baño con una prenda negra.
Mi chaqueta.
-Eso solo tapará mi torso -Murmuro.
-Tranquila, Daniel está fuera. Yo te llevaré al coche y nadie te verá. De todas formas no queda mucha gente a estas horas.
-¿Qué hora es?
El chico de tatuajes sostiene la chaqueta frente a mí y yo dejo que me arrope con ella.
-Son las siete de la mañana. -Pronuncia dejando caer mi cabello por mi espalda.
Yo no digo nada mientras cierro la cremallera de la chaqueta.
Apenas me inmuto cuando me eleva en sus brazos y me inclina, haciendo que mi rostro quede justo enfrente al suyo. Cuando nos quedamos unos segundos mirándonos mi labio tiembla. Las ganas de llorar me invaden y ni siquiera se porqué. Puede que ese sea el problema, no sé qué me ha pasado para que acabe de esta manera.
-No puedes hacerlo; cómo llores te dejo aquí mismo, Al.
-Vale -trago saliva -, estoy bien.
Él asiente esbozando una sonrisa y haciendo que suspire agradecida.
Lo abrazo por el cuello y entierro mi rostro en él. Siento que nos movemos y ni siquiera pasan cinco minutos cuando Stephen me deja en el asiento trasero del coche. Muy a mi pesar, creedme, lo dejo que se siente en el asiento del copiloto, junto a Daniel.
-¿Cómo estás, Alice? -Pregunta el chico.
Yo subo los pies al asiento.
-Bien.
Me siento un poco cansada y lo que más odio de este momento es que no recuerdo nada. Es odioso.
No puede ser por la bebida, solo bebí un trago...
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Miedo. [#Wattys2016]
ActionAlice es una chica, ¿cómo decirlo? muy insegura. Es la típica chica buena, con un trabajo (casi mediocre), amigos y una vida sencilla. Todo iba bien hasta que tiene un problema y se topa con Stephen. Un tipo rudo, que en lo único que piensa es cua...