Nueva entre los Cullen

Capítulo 31

Me revolví en la cama de mi habitación deseando no levantarme otro día tan pronto, pero recordé que anoche Jackson durmió en la habitación de Samuel y que hoy me tocaba descansar a mí. Me agarré a la almohada deseando que fuese Joseph quien estuviese a mi lado para abrazarme, pero al darme cuenta de lo que deseé abrí los ojos lentamente sabiendo que eso no sería posible. Suspiré cansada sin querer moverme pero unos golpecitos en la puerta me hicieron revolverme incómoda.

-Pasa.

Samuel atravesó la puerta de mi habitación de forma tímida y se sentó en la cama mirando al suelo.

-Buenos días.-dije tapándome mejor con la sábana y la colcha.

-Buenos días, ¿qué tal has dormido?

-Se me ha hecho corto.-dije riéndome.- ¿Pasa algo?

-No, no pasa nada.-dijo Samuel mirándome brevemente.- ¿Tiene que pasar algo?

-No sueles aparecer por esta habitación si no es para hablar de Jackson.-dije mirándole a los ojos.

-Bueno, sí que hay algo de lo que tengo que hablarte que está relacionado con Jackson.

Sabía que había algo raro en él, así que me quedé callada esperando a que siguiera hablando.

-Ahora que tú has terminado el instituto y hace buen tiempo, había pensado en volver a casa para estar con mi familia y daros espacio a vosotras aquí.-dijo Samuel haciendo una pausa.-Y llevarme una temporada a Jackson conmigo.

Me tensé en la cama y me senté para estar a la misma altura.

-¿Qué?

-Mira, no hablo de quedármelo para siempre porque sé que él tiene más derecho a estar contigo que conmigo. Además de que empiezas la universidad en septiembre y Jackson se irá contigo.-dijo él nervioso.-Pero quiero que mi familia conozca a mi hijo, quiero darles mis razones en persona de por qué fui un gilipollas y negué que tuviese un hijo contigo cuando es lo más bonito del mundo. Quiero compartirlo con mi familia, pasar buenos ratos todos juntos. Demostrarles a ellos que he cambiado.

-Samuel, no sé si es buena idea.-dije siendo sincera.-Y no sé ni siquiera si seré capaz de estar alejada de Jackson "una temporada". Para mí es muy difícil dejarle ir.

-Mira, tú piénsatelo.-dijo él levantándose de la cama.-Eres la primera a la que se lo comento, después si quieres díselo a tu madre y a tu abuela para que te den opinión. De todas formas también te beneficiaria a ti un poco, así podrías estar con tu novio y no tendrás que darte a la fuga dos días de nuevo.

Me mordí el labio mientras el padre de mi hijo salía de mi habitación pensando en lo último que había dicho. Le había prohibido a Joe que viniese a verme a casa, más que nada porque quería a mi hijo por encima de todo y no iba a dejarle acercarse a mi casa estando en el estado de prueba que estaba. Solo le dejaría acercarse a él en caso de que controlase totalmente su sed. Y a pesar de que Edward había afirmado que era sorprendente el avance que había hecho Joseph con respecto a su control, preferiría asegurarme de verdad. Se habían llegado a plantear que tuviese algún don relacionado con la resistencia a la sangre humana, pero no había hecho manifiesto alguno de ello. Parecido a lo que le ocurrió a Bella cuando se transformó, pero con su don de protección mucho más guay. O eso es lo que decía Joe.

El caso es que era una oferta bastante apetecible, pero no podía estar lejos de Jackson. Me necesitaba y yo no quería separarme de él.

Fui a levantarme de la cama pero un golpe en la ventana hizo que pegase un saltito para meterme dentro de nuevo. La ventana se abrió y entraron tres vampiros, uno con los ojos rojos y otros dos con los ojos dorados.