Capítulo 11

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-Jackson, cariño.

Le seguí meciendo en mis brazos mientras no paraba de llorar. Ya le había dado de comer, le había cambiado el pañal y había dormido. Le había quitado los gases como mi madre me había enseñado y ya no sabía que más hacer. Había quedado con Joseph hacía 15 minutos, y aunque le había avisado de que estaba intentando calmarle para poder salir, yo no hacía más que ponerme nerviosa y eso hacía que Jackson estuviese más inquieto. Me giré hacia Samuel y vi que seguía viendo la televisión. Ni siquiera sabía cómo podía oír la tele con los gritos que estaba pegando su hijo.

-¿No vas a ayudarme, aun sabiendo que me están esperando?

Samuel ni se inmutó, siguió mirando la televisión.

-¿Samuel?

-Yo le he cambiado el pañal, te toca dormirle.

Suspiré desesperada porque se estaba comportando como un niño pequeño, no como un padre de verdad. Respiré tranquilamente y me puse delante de la televisión sin perder los nervios.

-Samuel, te lo voy a pedir como un favor.-dije mirándole a los ojos.-Necesito que duermas a Jackson, he quedado y me están esperando fuera...

-¿Te está esperando ese nuevo novio tuyo?-preguntó Samuel serio.-Porque si es él, ni sueñes que voy a dejarte ir con esa facilidad.

-No es mi novio.-dije frunciendo el ceño.

-Entonces te está esperando él ¿no?

Puse los ojos en blanco, cambié a Jackson de posición y seguí dando vueltas por el salón.

-Estoy empezando a odiarte en serio.

-Yo también.-dijo él cambiando de canal.

Le miré seria, porque nunca me había dicho que me odiaba. Yo se lo había dicho miles de veces, pero él nunca había dicho eso, y menos delante de mí. Respiré profundamente para no empezar a gritarle, así que decidí subir las escaleras para cambiarle de ropa y llevármele conmigo. No veía otra solución, porque no podía dejarle en la cuna llorando, no podía.

Dejé a Jackson en la cuna mientras buscaba ropa de calle para él y con la otra mano marcaba el número de Joseph.

-Dime.-dijo él con un tono de voz normal.

-Siento decirte esto, pero tengo que llevarme a Jackson conmigo.-dije casi empezando a llorar.

-¿Qué pasa?-preguntó al oír mi voz.

-¡No lo sé!-dije intentando no llorar.-No puedo dormirle, el estúpido del padre de mi hijo no se lo quiere quedar para que pueda salir contigo, no se lo puedo dejar a mi madre porque está trabajando y mi abuela ha ido a buscar a mi padre al aeropuerto.

Había empezado a llorar. Me llevé la mano a la frente porque me estaba empezando a doler la cabeza.

-Kate, escucha.

Su voz estaba calmada, e hizo que dejase de sollozar ruidosamente para pasar a llorar en silencio.

-No te preocupes ¿vale?-dijo tranquilizándome.-Te dije que iba a quedar contigo me costase lo que me costase, y si hace falta que haga de niñera contigo lo haré.

-No, Joseph...

-Sí, quiero poder estar contigo en un sitio diferente al instituto o a mi coche.-dijo firmemente.-Y si tengo que estar en tu casa contigo y con tu hijo, lo haré.

Oí como llamaban al timbre y me quedé parada con la ropa de Jackson en la mano y el teléfono en mi oreja.

-¿Has llamado tú?-pregunté a Joseph por teléfono.

Nueva entre los CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora