-Jackson, cariño.
Le seguí meciendo en mis brazos mientras no paraba de llorar. Ya le había dado de comer, le había cambiado el pañal y había dormido. Le había quitado los gases como mi madre me había enseñado y ya no sabía que más hacer. Había quedado con Joseph hacía 15 minutos, y aunque le había avisado de que estaba intentando calmarle para poder salir, yo no hacía más que ponerme nerviosa y eso hacía que Jackson estuviese más inquieto. Me giré hacia Samuel y vi que seguía viendo la televisión. Ni siquiera sabía cómo podía oír la tele con los gritos que estaba pegando su hijo.
-¿No vas a ayudarme, aun sabiendo que me están esperando?
Samuel ni se inmutó, siguió mirando la televisión.
-¿Samuel?
-Yo le he cambiado el pañal, te toca dormirle.
Suspiré desesperada porque se estaba comportando como un niño pequeño, no como un padre de verdad. Respiré tranquilamente y me puse delante de la televisión sin perder los nervios.
-Samuel, te lo voy a pedir como un favor.-dije mirándole a los ojos.-Necesito que duermas a Jackson, he quedado y me están esperando fuera...
-¿Te está esperando ese nuevo novio tuyo?-preguntó Samuel serio.-Porque si es él, ni sueñes que voy a dejarte ir con esa facilidad.
-No es mi novio.-dije frunciendo el ceño.
-Entonces te está esperando él ¿no?
Puse los ojos en blanco, cambié a Jackson de posición y seguí dando vueltas por el salón.
-Estoy empezando a odiarte en serio.
-Yo también.-dijo él cambiando de canal.
Le miré seria, porque nunca me había dicho que me odiaba. Yo se lo había dicho miles de veces, pero él nunca había dicho eso, y menos delante de mí. Respiré profundamente para no empezar a gritarle, así que decidí subir las escaleras para cambiarle de ropa y llevármele conmigo. No veía otra solución, porque no podía dejarle en la cuna llorando, no podía.
Dejé a Jackson en la cuna mientras buscaba ropa de calle para él y con la otra mano marcaba el número de Joseph.
-Dime.-dijo él con un tono de voz normal.
-Siento decirte esto, pero tengo que llevarme a Jackson conmigo.-dije casi empezando a llorar.
-¿Qué pasa?-preguntó al oír mi voz.
-¡No lo sé!-dije intentando no llorar.-No puedo dormirle, el estúpido del padre de mi hijo no se lo quiere quedar para que pueda salir contigo, no se lo puedo dejar a mi madre porque está trabajando y mi abuela ha ido a buscar a mi padre al aeropuerto.
Había empezado a llorar. Me llevé la mano a la frente porque me estaba empezando a doler la cabeza.
-Kate, escucha.
Su voz estaba calmada, e hizo que dejase de sollozar ruidosamente para pasar a llorar en silencio.
-No te preocupes ¿vale?-dijo tranquilizándome.-Te dije que iba a quedar contigo me costase lo que me costase, y si hace falta que haga de niñera contigo lo haré.
-No, Joseph...
-Sí, quiero poder estar contigo en un sitio diferente al instituto o a mi coche.-dijo firmemente.-Y si tengo que estar en tu casa contigo y con tu hijo, lo haré.
Oí como llamaban al timbre y me quedé parada con la ropa de Jackson en la mano y el teléfono en mi oreja.
-¿Has llamado tú?-pregunté a Joseph por teléfono.
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Nueva entre los Cullen
Fiksi PenggemarKate es una chica que se traslada a Forks con su madre por diversas razones, la más importante de ellas es que está embarazada. Sus padres están divorciados, y lleva desde los 9 años viviendo con su padre. Nunca tuvo mucha relación con su madre debi...