Magnus se despertó cansadísimo, tratando de recordar lo sucedido la noche anterior. Le costaba abrir los ojos, ya que los tenía hinchados de tanto llorar recordando a su viejo amigo.
Intentó incorporarse, pero una mano se lo impidió. Mirando hacia arriba en la semi-oscuridad, pues era de noche, descubrió a Alec mirándolo con severidad y ternura.
-Tranquilo, vuelve a tumbarte. Son las dos de la madrugada, necesitas descansar.
El brujo, medio dormido, solo alcanzó a ver el brillo azulado que transmitían los ojos del nefilim antes de asentir y quedarse dormido.
Alec lo observava con tristeza. Jamás se había parado a pensar en lo duro que fué para Magnus perder a Ragnor, aún sabiéndo que era uno de los pocos amigos del brujo. Se sentía fatal.
El Gran Brujo siempre parecía fuerte, con su brillantina y su sarcasmo. Tenía muchas facetas.
Bien podía ser el poderoso y temible Magnus, o un divertido compañero de fiesta, pero raras veces era él mismo. Y Alec se sentía horrible por no haberse dado cuenta de cuando Magnus había necesitado su apoyo.Su novio había estado ahí, apoyándole cuando Max murió, o lo hacía sentirse querido e importante, cuando su padre lo había alejado de sí, pero el nefilim no había sido capáz de darse cuenta de lo mal que lo estava pasando Magnus. Nunca.
Se había comportado como un completo egoísta; él, Alec,quién sabía perfectamente lo que era sentirse ignorado por los demás, siempre por debajo de su parabataí y su hermana. Y justamente, con quién lo ponía como prioridad.
Quería compensarselo al brujo de alguna manera, pero no con un regalo, o con una cita. Quería compensarselo enserio.
Una bombilla se encendió en la mente del ojiazúl. Alec sonrió, felíz. Sabía como agradecerle a Magnus todo lo que hacía por él, pero necesitaba ayuda.
Se sintió tentado de llamar a Isabelle, pero supuso que estaría durmiendo. Tampoco podía acudir a Jace, a saber que estava haciendo con Clary en aquel momento...
Solo le quedaba una opción.
Con el mayor sigilo posible, se levantó de la cama, y salió de la habitación con cautela. Ser Cazador de Sombras tenía sus ventajas, pensó para sí.
Al llegar al salón, buscó por todos lados el movil de Magnus, rezando por que no tuviese contraseña.
Lo encontró tirado en el suelo, pero... tenía contraseña.Maldiciendo para sus adentros, Alec se pusó a pensar en cual podía ser.
Después de media hora de contraseñas estúpidas, tales como "Presidente Miau para presidente" y "Bisexual librepensador y espontáneo" se le ocurrió algo que padía servir.
Tecleó la contraseña, pidiéndole a Raziel que fuera aquella.
El movil se desbloqueó, haciéndo que Alec se sonrojara. La contraseña era "Nefilim Estúpido".
Al ver el fondo de pantalla, volvió a sonrojarse. Eran él y Magnus. El Cazador de Sombras se estaba riéndo a carcajadas por algo que le había dicho Magnus, y este lo miraba con una ternura increíble. Alex se acordaba a la perfección de aquel día.
Habían salido todos juntos, antes de la ruptura de Alec y Magnus, en una de las pocas semanas de tranquilidad antes de la Guerra Oscura.
Simon, Clary, Maia, Jordan y Jace estaban buscando un sitió para comer, y ellos dos se habían quedado esperando a Izzy, ya que había ido de compras.
Magnus le estaba contando una estúpida anecdota sobre una vampiro, y a Alec le hizo muchísima gracia. Justo en aquel momento llegó su hermana, y la escena le gustó tanto que sacó la foto.Sonriéndo para si mismo, Alec buscó en la lista de contactos hasta encontrar lo que quería.
Ella cogió enseguida.
-Magnus, ¿Pasa algo? ¿Por qué me llamas a estas horas?- Preguntó la mujer con urgencia.
-Estooo... soy Alec, su novio.
-¿Por qué llamas? ¿Que ha echo ese brujo inútil esta vez? - El nefilim sonrió al ver lo preocupada que estaba.
-Nada, nada. Solo... bueno, yo...-Alex tragó saliva. -Bien, esqué me he dado cuenta de lo mal que lo ha debido pasar Magnus con lo de la muerte de Ragnor y...- Alec casí podía ver las lágrimas en los ojos de la mujer. - Y como él siempre ha estado apoyándome, y yo no me he dado cuenta... pues quería... ya sabes... agradecerselo.
-Vale...¿Y en que puedo ayudarte? No es por parecer grosera, pero tengo trabajo que hacer.
-Ya... pero como eres una de las pocas personas que le conocen bien, quisier saber lo que te parece me idea.- Alec rezó por que ella no le colgase. La escuchó suspirar.
-Ya veo. Bien, dime, ¿Cual es tu ídea?
-Quería saber si hay alguna posibilidad de conseguir que vuelvan a dejarle...
-¿A dejarle qué?
-Esto... Querría que él, Magnus, pudiese volver a... ya sabes... quisiera ir con el a Perú. - La mujer, al otro lado de la línea, sonrió. Aquel niño si que quería al brujo loco. Magnus tenía suerte.
-Claro - Alec estaba seguro que la mujer sonreía. Esperaba que aquello fuese bueno. -Claro. Estate seguro de que eso le encantará.- Dijo ella con amabilidad. -Sí, lo de Perú dejamelo a mí. - Y con tanta prisa como siempre, Catrina Loss colgó el telefono. Tenía vidas que salvar... y viajes que planear.
Sí, Magnus tenía mucha, mucha suerte.
Wiii, nuevo cap!
Que os parece? Ma apetece mucho escribir la reacción de Magnus al llegar a Perú :3 Siempre he querido que volviese, no sé.
Querí agradeceros a todos y a todas vuestros votos y comentarios. De verdad, significa mucho para mí. También quiero deciros que si teneís alguna sugerencia podeís dejarla en los comentarios :)
Quería añadir que si alguna vez necesitaís algo aquí estoy. Una amiga ha tenído problemas graves, y me ha echo pensar en que todos necesitamos contarle las cosas a alguien, así que sie necesitais, no dudeís en decírmelo.
Sin más, disfrutad del capitúlo
Un besazo, os quiero :3