Capitulo 2

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Magnus se echó en la cama con una sonrisa asomando a sus labios. Seria dificil lograr qe Shelby recordase algo de su pasado como vampiro, pero le debía una, ya que había dado su inmortalidad para cerrar el trato con el padre del brujo, Asmodeus. Y lo que era peor. Había entregado sus recuerdos. Algo que en realidad era deber de Magnus... y el muchacho se había ofrecido voluntario para que el brujo pudiera estar con Alec... Alec. Recordó las dulces palabras del nefilim:

Alec parecía anonadado.

- Moriremos juntos - dijo -. Al menos, déjame quedarme, contigo.

- Tienes que volver. Tienes que volver al mundo.

- No quiero al mundo. Te quiero a ti - insistió Alec, y Magnus cerró los ojos, como si aquellas palabras le hubieran dolido.

Como amaba a aquel muchaco... era increíble que hubiera necesitado tantísimos años y siglos para conocer a Alexander.

Una llamada interrumpió sus pensamientos. Hablando del rey de Roma...

- Dime garbancito - dijo Magnus.

La voz de Alec sono irritada cuando respondió.

- Magnus, te quiero, pero ya te he dicho que lo de garbancito no funciona.

El brujo se echó a reir.

- Ya lo se Alexander, pero me encanta hacerte enfadar.- Alec suspiró, sonriendo a su pesar.

- Sé que estás sonriendo, eres adorable.

- Si que lo soy... Magnus, por cierto, queria hablar contigo. - El corazón de Bane comenzó a latir con fuerza.

- Alec... Alexander. ¿Pasa algo? -Este último soltó una carcajada.- ¡No te rías! De verdad, ¿He echo algo mal?

- ¡No brujo tonto! Solo queria saber si podía pasarme por el loft. Queria... ya sabes... pasar.. pasar un rato contigo.

Magnus sonrió divertido. Sabía lo dificil que se le hacia a Alec pedir o proponer ese tipo de cosas, no porque fuera cobarde, ya que fue el ojiazúl el que le pidió la primera cita, sino porque tenía miedo de hacer algo mal.

- Claro que quiero, pero Alex, por favor... no digas la frase "tenemos que hablar" a no ser que sea algo urgente. Que tu novio te diga eso asusta.

- Oh, de acuerdo. Pasaré por allí a las ocho. ¿Te parece bien?

- ¡Aquí estare! Te espero.

- ¡Perfecto! Adiós.

-Un beso, adiós.

Magnus corrió a arreglarse. Elegir purpurina llevava su tiempo...

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Alec sonrió triunfante. Tenía muchas ganas de ver a Magnus. Era una de las pocas personas con la cual podia ser él mismo.

El nefilim era callado y sencillo, por lo cual podía sentarse junto a su brujo y escucharlo hablar por horas, y al mismo tiempo, contarle como fué su día, resumiendolo.

En el loft, Alec se sentía como en casa. Podía relajarse leyendo un libro apoyado en Magnus, o simplemente sentarse en el sofá y ver pelis, con Presidente Miau sobre sus rodillas.

Unos golpes en la puerta  de Alec lo sacaron de su ensoñación.
Al abrir la puerta, lo último que esperaba emcontrarse era la escena que tenia delante.

Isabelle se encontraba delante de su puerta, llorando, mientras Jace la abrazaba con fuerza.

Izzy se soltó de brazos del rubio y fue corriendo a abrazar a su hermano.

- Lo...lo echo de menos Alec...

- Shhh...Tranquila. Tranquila. Estoy aquí. Lo entiendo... lo entiendo. - Por supuesto, su hermana se referia a Simon. La abrazó. El no podía hacer nada para tranquilizarla, por mucho que quisiera... y lo queria. Claro que lo queria.

Ver a Izzy así le rompía el corazón. Solo la había visto llorar cuando murió Max, y se había secado las lágrimas rápidamente, para dejar paso a la rabia. Solamente por eso, se veía claramente lo importante que era Simon para ella.

- Izzy, él está vivo. No te recuerda pero está vivo. - dijo Jace mirándola con pena.

- Lo sé... pero no es el Simon que yo conocía... no es lo mismo.

Alec suspiró, y abrazó a Izzy con el doble de fuerza. Solo podian esperar a que se calmara su dolor... o a que el plan de Isabelle funcionara.

Ella se fue tranquilizando con las horas, y entre sollozos, les explicó su "plan". Jace se tensó al escuchar que debería mantenerse en secreto, y sobre todo que no podía decírselo  a Clary, pero comprendió que era por el propio bien de la chica.

Alec escuchó la historia con semblante serio, y cuando Isabelle terminó de contarla, se limitó a asemtir con la cabeza y a cojerle la mano a su hermana. Con ese simple gesto, la nefilim se sintió mucho mejor.

Alec miró su reloj, y pegó un bote, cayendose de la cama.
Jace lo miró extrañado

- ¿Alec, se puede saber que es lo que te ocurre?

- Eh...yo, cita... a las ocho...

- ¡Habla claro, haz el favor!- soltó Izzy.

- Cita con Magnus a las ocho. Llego tarde. - Alec se levantó del suelo y  salió corriendo por la puerta.

- ¡Por el Ángel! Alec va vestido realmente horrible. - Comentó la muchacha riéndose.

- Dejale Izz, Magnus estará ya acostumbrado - dijo Jace, con una sonrisa en los labios.

Seguuundooo capitulo! Gracias por votar y comentar. Me haceis muy felíz :3

De nuevo, perdonadme las faltas de ortografía, y disfrutad del capítulo.

Besos!

Malec fanfic (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora