El loft estaba lleno de purpurina por todas partes. Jem, Tessa y Catrina se encontraban mirando a Magnus entre impasibles y divertidos, llenos de purpurina ellos tambien.
Y Magnus... Magnus estaba disfrazado de Gandalf. Pero claro, no un Gandalf normal. Que vá. Tenía la barba del mago de la Tierra Media llena de purpurina. Vió entrar a Alec y a los demás, y gritó:
-YOU SHALL NOT PASS
En nefilim se quedo sin saber que decir, mientras que Clary, Jace y Simon reían a carcajadas. Maya parecía no entender muy bien lo que ocurría, y Bat... estaba algo incómodo con todo aquello. Izzy estaba furiosa.
Entonces, Magnus se dirigió hacia Alec, y lo miró fijamente.
- Frodo, ya sé que te lo he pedido, pero quería asegurarme - el Lightwood miró a su novio sin entender absolutamente nada - Llevarás el anillo que te dí, único, como nuestro amor, al Monte del Destino? - le preguntó.
- "El Monte del Destino" es el altar- aclaró Catrina poniendo los ojos en blanco.
Alec no sabía que hacer, de modo que Jace dijo lo que todo el mundo pensaba.
- ¿Y por qué demonios le has pedido matrinonio otra vez?
Magnus lo miró como si fuese obvio.
- Querído rubio teñido, es evidente. Me ha parecido una divertida y ocurrente forma de saber si no se arrepentía.
Alec alucinaba.
- Eh... ¿sí, llevaré el anillo al monte ese?
Magnus lo abrazó.
Clary los miraba divertida, y Simon estaba eufórico.
-¡La mejor pedida... bueno, re-pedida de mano de la historia! Tolkien estaría orgulloso. - dijo, mientras Jace susurraba que él era rubio natural, con el entrecejo fruncido.
Izzy no pudo evitar reír junto a Maya, mientras que Bat los miraba como si estuviesen todos locos, intentando descubrir por qué su novia tenía amigos que estuviesen tan locos.
Cuando los nervios se calmaron un poco y estuvieran todos sentados o simplemente despatarrados en algun lado, Jace les dijo que la despedida de soltero (organizada por él) sería bastante tranquila, y que empezarían por decirles algo a los futuros maridos.
Tras varios gritos de "¡Empieza tú, Jace!" El Herondale accedió, levántandose.
- Bien... a ver. Alec, para empezar, quería darte las gracias por todo lo que has echo por mi. Has aguantado mis tonterías, gritos y bromas pesadas, comportándote, más que como un amigo, como un hermano. Me has salvado la vida en incontables ocasiones y más veces de las que me gustaría admitir, bien sea por mi tontería, por mí mismo o por algún pato asesino. - todos rieron- eres mi amigo, mi hermano... mi Parabatai. Te quiero.
Magnus, a tí tambien quiero darte las gracias. Primero, por hacer felíz a Alec, y por sacarle esa sonrisa real, que solo ilumina su rostro cuando te mira a tí. Segundo, por salvarle la vida. Si Alec muere.... yo muero con él.
Por cierto, brujo... Se enamoró de mi primero. - Alec se sonrojó mientras los demás reían, y Jace se sentó.Luego le tocó el turno a Izzy.
- Alec, estoy muy orgullosa. Yo vi desde el principio abdolutamente todo. Sabía que te gustaban los chicos, y sé lo dificil que fue el decírlmelo. Gracias por compartir conmigo tu secreto.
También vi como empezó esta relacció. Supe que te gustaba Magnus antes de que tú mismo lo supieras... Y me alegro de que seaís felices. Max estaría orgulloso. - miró a Magnus. - Si le haces daño, te corto las bolas.
El brujo la miró entre asustado y divertido, mientras los demás reían.
Era el turno de Catrina.
- Vale, mi turno. Magnus, estas loco. Completamente loco. Te he seguido en miles de aventuras por países rarísimos, y te he sacado de más de un embrollo, soportándo tus piques con Ragnor. Incluso te he hecho de psicóloga, cuando tenía vidad que salvar. ¿Que por qué lo he hecho? Porque te quiero. He visto todas y cada una de las veces que te han roto el corazón, y nunca te rendías. Seguías buscando a esa persona que te querría... Y la encontraste. Te enamoraste de un Cazador de Sombras, de un guerrero que te trajo la paz. Y estoy muy orgullosa de estar aquí para verlo. Alec, eres muy afortunado. Se felíz con ese brujo loco.
Todos aplaudieron, y Magnus la miró, emocionado.
Jem y Tessa se levantaron a la vez. Juntos, dijeron:
-Sed felices.
Todos sonrieron. A veces, no hace falta decir mucho.
Tras los demás discursos, Jace se levanto, poniendo una mirada algo siniestra.
-¡Que empieze la fiesta!
Vale, sí, matadme. Me lo merezco... pero bueno, ¡Capitulo al fin!
Disfrutadlo, os quiero :3