CAPITULO 23:
-En... mi... amigo... que deje en California –invente.
-¿Qué clase de amigo? Cualquiera podría enamorarse de un amigo –inquirió.
-Enamoramiento no, Brad –especifique de nuevo, Cameron solo mantenía en silencio pero atento-. Y es... un amigo, amm... cercano y... -me estrujaba los sesos para poder seguir poniéndole palabras a mi mentira-. Y... a una amiga también le gusta, entonces...
-Tienes de miedo de perder la amistad se tu amiga por haberte fijado en el mismo chico que ella –completo Brad.
-¡Exacto!
.Bueno y, ¿Quién se fijó primero en el chico?
-Ella –musite, con pesar.
-Pero tú ya no estás en California, ya no importa o ¿sí? –dijo Cameron, quien había estado como una estatua hasta ahora.
-Eemmm... -murmure.
-Igual yo creo que lo hubieras hablado con tu amiga, en vez de especular tú sola las cosas y castigarte a ti misma –interrumpió Brad-. Digo, no era su novio y ella no era tu mejor amiga –se encogió de hombros.
Me solté a reír y ambos me miraron. Si Brad supiera a quien me refería ni siquiera hubiera dicho lo último.
-¿Qué es Gracioso? –pregunto Cameron.
-Nada, solo que... nada –manotee con la mano restándole importancia.
-¡Mira Karol! –Me dijo Brad-. ¿Este lugar no te parece ideal para una fotografía? –apunto hacia el edificio a lado de un canal que se extendía magnifico por este.
-Que buen gusto tienes, Brad –concorde-. Creo que le tomare una.
Saque con la mano libre la cámara de mi bolso y luego me quede en silencio sin actuar, tímida porque Brad aún mantenía si mano atada a la mía.
-Brad, creo que Karol necesita sus dos manos –farfullo Cameron.
-Oh, cierto. Discúlpame –enrojeció un poco y soltó mi mano a la que inmediatamente le pego el aire gélido del medio día.
Le sonreí y apunte el lente de la cámara hacia el monumento y saque la fotografía.
-Un fiore per la ragazza? (una flor para la muchacha?) –musito alguien detrás de mí.
Me gire y obtuve la imagen de una señora con un canasto de rosas rojas que le hablaba a Cameron, mientras que Brad estaba distraído mirando las palomas. Cameron me miro y luego me sonrió. Entonces miro de nuevo a la señora.
-Quanto costa una? –(cuanto cuenta una) pregunto.
-Un euro –dijo la señora.
-Dammi uno. (Deme una)
Ella le acerco la canasta y Cameron escogió una rosa entre el puño y luego, saco del bolsillo se su pantalón una pequeña moneda.
-Ecco –(aquí tiene) le dio la moneda y sonrió.
-Grazie bel giovane –(gracias apuesto joven) dijo la señora y luego me sonrió a mí para después alejarse e ir a ofrecerle sus flores a la demás gente.
No había aprendido aun italiano, pero al menos, ya estaba un poco más familiarizada con las palabras y pude entender la conversación entre Cameron y la señora. Ella le ofreció una rosa, él le compro una. Simple. Seguro se la llevaría a Madison.
-Ten –pero me la ofreció a mí y me dejo en blanco.
-¿Qué? –musite, torpe
-Es para ti –dijo, como si hubiera adivinado mi pensamiento anterior.
-Gracias –tome la flor entre mis manos y sentí que el rubor corrió por mis mejillas pintándolas, así que desvié mi rostro y mire a Brad, quien aún seguía entretenido observando el centenar de palomas que volaban en el cielo y otras que caminaban por el suelo de la plaza.
Alce mi cámara y tome una fotografía de su perfil justo en el momento exacto en que las palomas volaron. Una fotografía maravillosa. Brad me miro.
-Hey, pudiste haberme avisado –me dijo y yo reí.
-No, creo que saliste más lindo así.
Él se sonrojo de nuevo, y luego balo la mirada percibiendo así la flor en mi mano.
-¿Y esa flor? –pregunto.
-Se la di yo –dijo Cameron, con más orgullo del necesario.
-Rayos, entonces yo tengo que comprarte un ramo completo –bromeo.
-Lo haces parecer una competencia, Brad –dije, queriendo seguir la broma, pero lo cierto era que los dos hermosos ángeles estaban cortejándome y el tono casual de mi voz era muy esplendido.
-Claro que no es una competencia –dijo el-. Yo no estoy compitiendo con nadie; Cameron no es un jugador, él ya tiene dueña –bromeo Brad, palmeándole la espalda a él.
Cameron solo sonrió, pero a esa sonrisa le hacía falta... ¿alegría?
-Me haces sentir como un trofeo –dije haciendo un mohín.
-Non, un trofeo. Tu sei una principessa bella e mi piace essere el vostro príncipe –musito.
El rostro de Cameron se endureció y su ceño se frunció ante las palabras que Brad había pronunciado. ¿Pero que había dicho?
-Tell in spagnolo –(díselo en español) le farfullo Cameron.
-No, mi vergogno –(no, me da vergüenza) musito Brad.
-Qual é il tempo al filtare con lei? Non capisce –(Entonces, porque coqueteas con ella ahora? Si no te entiende).
El rostro de Cameron se volvía serio y su voz no tenía ese tono amable.
-Perché so che gli piace l'accento italiano –(porque sé que le gusta el acento italiano) Brad se encogió de hombros.
-Non vedo il punto –(no veo cual es el punto) Cameron se cruzó de brazos y luego me miro.
No sabía cuál era mi expresión, pero hasta sentía un signo de interrogación dibujado encima de mi cabeza. Odiaba no entender nada.
-Brad dice que eres una bella princesa y que a él le gustaría ser tu príncipe –me dijo, pero parecía molesto.
-Stai zitto! –(cállate) protesto Brad a Cameron, enrojecido por completo.
Mire a Brad, enternecida.
-Qué lindo eres, Brad. Gracias –dije, y el enrojeció mas. Sin embargo, Cameron permanecía de brazos cruzados y rostro duro.
La fierecilla apareció de pronto, bailando de alegría porque creía que lo que Cameron tenía eran celos y aunque no quisiera aceptarlo, a mí también me gustaba la idea.
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MANUAL DE LO PROHIBIDO *Terminada*
Jugendliteraturque sucede cuando amas a la persona equivocada.. cuando amas a la persona menos indicada.... o para hacerlo mas facil cuando el amor que sientes es por el novio de tu mejor amiga. esta es la historia de Karol una chica la cual solo tiene una perso...