Capitulo 4: Extraños amigos

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En un enorme campo apartado del ''Bosque de los lamentos'' había una bella granja de maíz llena de luz y de vida en donde los pájaros comían mazorcas de todos los tipos y tamaños, en los alrededores de la granja habían pacas de heno apiladas una encima de la otra, de manera que estas cubrieran el campo de animales indeseados. En el fondo de la granja se encontraba una pequeña casa hecha de piedra y de paja, en ella vivía una familia de ''hombres de paja'', estaba el papá, la mamá y cuatro pequeños niños, ellos era amables y hospitalarios (pero si están en este mundo es porque ocultan un oscuro secreto).

Liza despertó en una cálida y cómoda cama hecha de trigo. Ha su alrededor estaban los cuatro niños viéndola de forma impresionada mientras jugueteaban con sus largos y rubios cabellos, entonces empezaron a hablarle con curiosidad:

--Que linda es—

--No se parece a nosotros—

--Su cabeza es amarilla claro que es como nosotros—

--Pero el resto de su cuerpo no lo es—

--¿De que estas echa?— le pregunto el niño con curiosidad y con voz de inocencia

La madre llegó e intervino

--Niños no molesten a la chica, está muy cansada—

--Ehh disculpe pero ¿en dónde estoy?—

--¿No lo sabes?, mi esposo te encontró inconsciente en el bosque de los lamentos, y te trajo a nuestra casa—

--Yo...yo no debería estar aquí—dijo liza mientras se sentaba

--Mi querida niña, ninguno de nosotros debería estar aquí ¿Quién es este mundo para juzgarnos por nuestros actos?—

Liza no entendía a que se estaba refiriendo la madre, quizás porque ella no sabía que este era otro mundo. Entonces empezó a recordar los sucesos que ocurrieron anteriormente, sobre portal que los absorbió a ella y a Jack. Se levanto rápidamente de la cama, les agradeció por su hospitalidad y se dirigió hacia la puerta, pero cuando la abrió se llevo la sorpresa de que el padre estaba por entrar, Liza se hecho para atrás mientras el padre entraba restregando los pies en la alfombra.

--¿Ya te vas?—

--Si, debo buscar a mi hermano—

--No puedes irte sin probar primero nuestra sopa de maíz morado, aquí traje algunos para preparar—

--Disculpe pero tengo prisa—

--Vamos, no rechaces la hospitalidad de un hombre de paja, insisto en que te quedes—

--Además, si tu hermano se ha portado bien entonces el bosque lo tratara bien—

--Bueno creo que no habrá problema en quedarme un rato—

La madre tomó los maíces morados y con ellos preparo la sopa, después de eso todos se sentaron en la mesa y comenzaron a comer.


Mientras tanto....

Jack se desplazaba por el horrendo bosque siendo golpeado por las ramas y picado por la gran cantidad de mosquitos, en más de una ocasión cayó en los traicioneros pantanos repletos de sanguijuelas, a Jack no le importaba ser picado por esos animales, pero estas sanguijuelas median un metro y andaban en cuatro patas, cuando abrían la boca se podía observar la gran cantidad de dientes que se morían de ganas por sentir el sabor de la sangre, el chico se levantaba aterrado y corría lo más lejos posible de ellas pero el pantano era tan espeso que apenas podía moverse. El trato que hizo con el ratón sobre llevarlo a salvo a Night Valley parecía ser todo lo contrario pues el animalito se encargaba de cuidar a Jack para que este no siguiera cayendo en las trampas del bosque. Durante la noche fuertes lluvias empapaban los frondosos árboles e inundaban los pocos caminos en los que se podía transcurrir, Jack guarecía dentro de un tronco hueco deseando no enfermarse por el frió y la humedad mientras el ratón se hallaba cómodo dentro de la parte seca del hueco

--En momentos como este quisiera ser tan pequeño como tu—decía Jack mientras se acostaba en posición fetal

--Tiene sus ventajas ser pequeño—

--Sabes arreglártelas muy bien en este bosque ¿Por qué quieres ir a ese pueblo?—

--Ya te lo dije tengo mi hogar en ese sitio—

--Me lo imagino, un hueco en alguna pared—

--¿Por qué crees que vivo en un hueco?—

--Bueno eres un ratón—

--Ya deja de llamarme ratón, a ti no te gustaría que te dijeran humano todo el tiempo... para que lo sepas tengo un nombre—

--¿Cómo te llamas entonces?—

--Chit—

--¿Chit el ratón?—

--Solo Chit—

--¿Y tú cómo te llamas?—

--Jack—

--¿Jack el humano?—

--Solo Jack, ohh ahora te entiendo—

--Sabes, eres muy listo para ser un ratón—

--No siempre fui un ratón Jack, hubo una vez en que....


Volviendo a la granja...

Liza se encontraba en la granja de maíz junto con la señora hombre de paja (o ''madre'' como prefiero decirle para no alargar el nombre), los niños jugaban en los maizales mientras que padre cultivaba las semillas de maíz. Liza decidió quedarse más tiempo con aquella agradable familia ayudándolos en su granja

--¿Y qué es lo que hacen con todo este maíz?—

--Pues solo lo usamos para nuestro consumo y para el consumo de las bellas aves—

--¿No se preocupan por los cuervos?—

--¿Qué es un cuervo?—

--Ya sabes un pájaro horroroso que se come las cosechas—

--Oh no no ellos no pueden entrar en nuestra granja, las pacas de heno se encargan de no dejarlos entrar—

--Pero son criaturas voladoras—

--Veras Liza, en este mundo existen ciertas prohibiciones para algunas criaturas—

--por ejemplo, el pez tiene prohibido nadar, el topo tiene prohibido cavar, la ardilla no puede vivir en los arboles y el cuervo no puede volar—

--¿Quién haría algo así?—

--Nadie lo sabe, el bosque de los lamentos es muy estricto al tratarse de poner reglas y juzgar criaturas. Él decide quién sale o no de él, así ha sido durante siglos, es por eso que te tenemos tanta confianza Liza porque si fueras alguien malvado no estuvieras ahora con nosotros pues el bosque te hubiera consumido—

--¿Y mi hermano?—

--Si su corazón es tan inocente como el tuyo de seguro no tendrá ningún problema—

--Pero, a pesar de que somos una familia pacifica el bosque nos ha castigado de una forma horrenda—

--¿Cómo?—

--Cada año durante las lunas llenas el campo es atacado por temibles hombres calabaza que emergen del suelo, destruyen nuestras cosechas, queman la granja, devoran nuestro almacén de semillas y...y... se roban a nuestros hijos—

--¡A sus hijos!—

--Si, nuestra familia era mucho más grande pero esas criaturas se los han llevado a todos... mis cuatro niños son lo único que nos quedan—

-- Es horrible, quisiera poder hacer algo, ¿Cuándo será la próxima luna llena?—

--Será esta noche-—



Continuara.....



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