Night Valley

Capitulo 12: El Cautivo (parte 2)

Ante la horrenda visión que estaban presenciando, el grupo huyó lo más rápido que pudo del campo. Ellos supusieron que la iglesia seria un lugar seguro para esconderse, lo único difícil era que la iglesia se encontraba al final de la extensa llanura. Las figuras humanoides no se molestaban en perseguirlos, solo se limitaban a observarlos con esos ojos rojos y penetrantes. El viento soplaba cada vez con más intensidad, el pasto se desprendía de la tierra y volaba por todas partes dando vueltas sin cesar dentro de enormes remolinos de aire que se creaban en los extremos de la isla. La espesa niebla se movía como si fuera una de esas filmaciones en cámara rápida. El templado clima se había convertido en un clima sumamente frió. En tan solo cuestión de segundos la isla se convirtió en una gran tormenta.

El grupo, ahora de 11 personas, seguía su rumbo hasta la iglesia. Las figuras no los perseguían como si fueran lobos hambrientos, solamente desaparecían y luego se volvían a materializar muy cerca de ellos, siempre observándolos con esos grandes ojos. De repente una de ellas se desplazo dentro de una ráfaga de aire en dirección a Liza, el capitán actuó rápido y se arrojó sobre Liza antes de que esta pudiera atraparla, sin embargo, la criatura atrapó a otro marinero. Este cayó al suelo instantaneamente convulsionando, pero los demás no podían detenerse solo por él. La neblina impedía ver el camino hacia la iglesia, pero James, gracias a su brújula, sabía perfectamente hacia dónde ir. Algunos de los tripulantes se perdían entre la niebla, lo único que se podía escuchar de ellos eran sus fuertes gritos de dolor. James tuvo que tomar a Liza de la mano para evitar que se perdiera también. Chit se encontraba resguardado dentro del bolsillo de la camisa de Liza (algo que olvide decirles es que tanto Liza como Jack tenían puestos su uniformes del colegio, de su mundo). Las figuras se entretenían atrapando a los marineros que se perdían en la niebla. Entonces, dos de ellas aparecieron cerca de Liza y de James, una atacó por detrás y la otra por el frente justo en dirección hacia ellos. James empujó a Liza por un extremo y él cayó por el otro logrando esquivar el ataque de las criaturas, sin embargo los dos se perdieron entre la niebla. Liza estaba en el suelo segada por la espesa niebla:

--¡Capitán!...¡capitán!—gritaba, pero no recibía una respuesta.

De repente varias de esas temibles cosas intentaron atacarla, pero ella se agachó justo antes de que la agarraran. Por alguna razón, las figuras no podían atraparla estando en el suelo, tal vez eso se debía a que ellas estaban hechas de humo, y el humo siempre se mantiene distanciado del suelo debido a que este se eleva de forma natural (Y mas habiendo tanto viento). Liza caminó a gatas por la grama intentando buscar al capitán, pasaron unos 5 minutos antes de que pudiera encontrarlo. James se encontraba en un solo lugar esquivando los constantes ataques como todo un experto, pero una figura se le apareció por detrás sin que él se diera cuenta. Liza se levantó del suelo y se lanzó encima de James, ambos cayeron y la cosa torpemente se estrelló contra otra haciendo que se desvanecieran al instante.

--Debemos caminar agachados, es la única forma de que no nos agarren—

--¡Estás loca, tardariamos la mitad del tiempo en llegar a la iglesia!—

--Si quieres morir ¡bien! Llegaré a la iglesia con o sin ti—dijo Liza antes de marcharse:

--Espera, ni siquiera sabes por dónde queda. Ven conmigo—James la volvió a tomar de la mano y caminaron agachados por el resto del camino.

Los 10 marineros que los acompañaban habían muerto, solamente quedaban ellos dos caminando entre la tormenta. Finalmente, atravesaron un gigantesco muro de nube permitiéndoles al fin salir de la tormenta. Tal parece que la tormenta nunca llegó a tocar a la iglesia ni al ambiente que la rodeaba, su clima se mantenía igual que cuando llegaron. Los dos se levantaron del suelo tranquilamente y caminaron hasta las puertas: