Las memorias de Chase: Prólogo

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La luna se encontraba en lo más alto del cielo emanando una fuerte luz rojiza que pintó el cielo nocturno como si fuera sangre, y justo debajo de aquel intrigante astro, el fuego destructor consumía rápidamente las grandes y bellas casas de un pueblo que se hacía llamar Night Valley. Los hogares de cientos de personas ahora se hallaban convertidos en brazas ardientes que envenenaban el fresco aire con su humo asesino. Los habitantes no tuvieron oportunidad de escapar, porque antes de que comenzara el incendio, ya todos habían sido masacrados. Nadie esperaba que algo así sucediera. Horas antes de que aquella destrucción comenzara, se estaba celebrando el festival anual de las calabazas, todo era risa y diversión en aquel momento. ¿Cómo? ¿Cómo fue capaz de ocurrir algo así? Solo alguien conocía la respuesta.

En medio del devastador incendio, arrastrándose por las calles como un animal que le habían cortado las patas, Chase yacía derrotado en el suelo, revolcándose en su propia sangre. La desesperación lo apresaba, lo único que anhelaba en aquel instante era tomar venganza por los responsables de la masacre. Con las pocas fuerzas que le quedaban, sacó un trozo de papel chamuscado del bolsillo, y con la sangre de sus dedos escribió unas cortas palabras. Alzó su mirada al cielo y vio que la luna le sonreía con una mirada depravada. Chase acercó el trozo de papel hacia su rostro y pronunció sus últimas palabras:

--¡¡Debo volver!!—

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Montones y montones de palabras hacían eco en su mente mientras poco a poco viajaba a toda velocidad en un agujero oscuro. Durante ese viaje podía observar cosas que no comprendía y miraba caras de personas que no conocía. Finalmente la luz se vio al final del camino, rodeándolo por completo.

Chase se levantó bruscamente de su cama sudando demasiado. Se tomó un tiempo para respirar y pasar el susto, luego volvió a tumbar la cabeza encima de la almohada. No entendió nada de lo que había ocurrido, lo que si se repitió varias veces en la mente fue:

--Ese sueño se sintió muy real—


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