Capitulo 21: Pequeño destructor

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--No sabes lo que estás haciendo ¿verdad?—decía Chit mientras veía que Steve luchaba para descifrar el orden de los botones de colores. Intentó todo tipo de combinaciones pero siempre era erróneo. Estaba tan sudado que tuvo que quitarse el incomodo atuendo formal para que el aire pudiera dar en sus sudorosas axilas

--¡Demonios! Esto es imposible—

--¿Estas seguro que este es el único modo para abrir la puerta?—preguntó el ratón

--Tendríamos que sabotear el mecanismo de la puerta, pero todo eso es interno, habría que ser muy pequeño para poder entrar en los hoyos de las paredes...espera, tú eres un ratón—

--Eh sí, ya lo había notado—

--No no, me refiero a que tú eres lo suficientemente pequeño como para entrar en el mecanismo interno que se oculta dentro de las paredes y el techo—

--¿Qué quieres que haga?—

--La puerta funciona de una manera que solo se puede abrir por medio de estos botones. Arrancare uno de ellos y tú te meterás por la abertura, eso debe llevarte a su funcionamiento interno, será fácil piratearlo desde adentro—

--De acuerdo tú eres el genio—

Steve con un destornillador desprendió uno de los botones de colores, el hoyo era lo suficientemente grande como para que Chit entrara. El ratón se metió dentro del agujero, con algo de dificultad pero logro entrar. El pequeño camino era igual a un tubo de cañería, solo que este tenía pequeños engranajes colocados cuidadosamente en cada uno de sus lados. A Chit se le dificultaba atravesar esos engranajes que más bien era obstáculos para él. Afortunadamente sus flexibles huesos de ratón lo ayudaban a pasar entre ellos sin hacerse mucho daño

--¡¿Chit como va todo hay adentro?!—

--Pues agradezco que los ratones no sufrimos de claustrofobia—

--Continua caminando, el mecanismo debe estar cerca—

--A mi punto de vista, pareciera que este camino fuera infinito—

Después de unos segundos atravesando los incómodos engranajes que cada vez hacían más estrecho el camino, Chit pudo dar con una salida, muy calurosa por cierto. El ratón se encontraba justo en el centro de una enorme, inmensa, monstruosa maquinaria repleta de engranajes de todos los tamaños, tubos alargados que se enredaban entre sí y que dejaban escapar vapor por unas pequeñas fisuras. Todo esto alrededor de un profundo y amplio agujero, su fondo estaba tan cubierto de humo que no se podía ver el suelo. Y justo en el medio de aquel profundo agujero, estaba colocada de forma vertical una gigantesca caldera de vapor que le daba vida a toda la maquinaria que se desplazaba por el castillo. Cabe destacar que el lugar era muy caliente.

Chit se encontraba en el corazón del castillo. Como ya no podía oír la voz de Steve, el ratón tuvo que valerse de su propio ingenio para conseguir atravesar el lugar sin sufrir alguna quemadura, y a la vez, conseguir lo que estaba buscando, ósea intentar sabotear algo que permitiera abrir la enorme puerta del laboratorio de experimentos. Saltó de un lugar a otro observando los movimientos que hacía cada cosa en un cierto patrón de tiempo. Podía observar como en la caldera, por dentro, se producía una inquietante llamarada que hacia retumbar el lugar con su sonido

Fuuuunnnnnn

Esa llamarada producía grandes cantidades de vapor que entraba por los tubos, ese vapor era la energía que hacia mover cada aparato o componente que tenía el castillo.

Al ver la complejidad del lugar, Chit se preguntaba:

--¿Cómo saboteare algo tan grande?—

Después de pensar por varios minutos, a Chit se le ocurrió una idea. Una idea algo alocada pero era lo único que se le ocurrió en ese momento.

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