Capitulo 17: Ira

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--¡Bestia! ¡Sucumbirás ante mis armas!—

Jack tenía frente a él al único sujeto que podía derrotarlo. Su nombre era Carl Nixon, pero lo conocían como "El Cazador". Batió el récord de más criaturas asesinadas en un año, fue la inspiración de muchos hombres que aspiraban  ser aventureros del bosque de los lamentos. Se dice que incluso asesinó a un espíritu ancestral en uno de sus viajes al fin del mundo. Sin embargo la logia lo consideraba un peligro, porque si él se revelaba contra el sistema del pueblo, no habría nadie quien lo pudiera detener. Así que lo enviaron a servir en una iglesia en las lejanías del pueblo para que pudiera llevar una vida pacífica, y con el tiempo, se podría retirar de su trabajo, y lo lograron. Sin embargo, el ataque del chico calabaza los obligó a llamarlo nuevamente.

Jack lo miró fijamente a los ojos mientras este recargaba sus armas

--Mmm un chico calabaza, he visto muchos hombres calabazas en mi vida, pero nunca como tú. Sera todo un placer ponerte en mi sala de trofeos—

Ante eso, Jack se comenzó a reír

--Eres muy confiado, las personas como tú me dan asco. Sin embargo son las primeras en morir. Esta será tu última conversación

--Lo mismo digo, vestía—

El cazador levantó su escopeta y comenzó a disparar. Jack bloqueaba los disparos haciendo girar la hoz frente a las balas, estas volaban por todas partes chocando con vidrios y maderas quemadas. Luego se lanzó contra él atacándolo con su llameante hoz, el cazador se arrojó al suelo esquivando la filosa hoja, desenfundó su mágnum mientras aun se mantenía abajó y le disparó en el brazo derecho, desprendiéndolo de su cuerpo. El chico dio un grito de dolor mientras se agarraba el brazo que le fue destruido. El cazador continuó gastando todo el cargador del arma en el chico, pero Jack utilizó la técnica que hizo para derrotar a los sous, aspiró fuertemente y luego sopló una nube de fuego, al rival  no le dio más de otra que retroceder y cubrirse entre los escombros, esto le dio tiempo a Jack para regenerarse. Nuevamente tomó su hoz, corrió rápidamente hacia su enemigo y saltó por los aires girando como una rueda, logrando alcanzarlo. El Cazador actuó rápido y se arrojó hacia un lado justo antes de que Jack lograra destrozarlo con su ataque. Entonces se levantó, sacó sus dos escopetas recortadas y presionó los gatillos al mismo tiempo, las pesadas balas impactaron contra el cuerpo del chico, haciéndolo rodar por el suelo hasta chocar contra el muro de una casa destruida. Esta se terminó de derrumbar por el fuerte impacto, todos los ladrillos y la madera quemada se le vinieron encima a Jack. En ese momento solo hubo silencio

--¡¿Qué te pasa?! ¡Creía que esta iba a ser una batalla emocionante!—

--¡Pero veo que no eres más que un chiquillo débil!—

Entonces, justo debajo de él, se empezó a formar una grieta brillante. El cazador se apartó de allí, pero justo en ese mismo instante Jack emergió de la grieta y con su garra le rompió parte de la armadura, seguido de un poderoso ataque con la hoz que le hizo un gran daño en el abdomen. Pero el hombre, quien se mantenía firme a pesar de las lesiones, volvió a disparar sus escopetas contra el hombro de Jack, este cayó al suelo pero no tardó en recuperarse. Jack alzó la mirada hacia su enemigo y observó algo que nunca se esperaba, la armadura del cazador se estaba regenerando.

El hombre escupió en el suelo en son de burla por el ataque sorpresa de Jack. Levantó su brazo y con sus dedos le hizo una seña a Jack incitándolo a acercarse.

Jack sin dudarlo dos veces corrió en su dirección, el cazador ágilmente desenfundó sus escopetas y las utilizó para descargar su ira contenida en aquellos cañones que liberaban fuego y azufre seguido de dos poderosos proyectiles que eran capaces de destrozar el cuerpo de una persona. Jack se movía en zigzag para evitar ser alcanzado por las balas, el cazador recargaba sus armas con la misma velocidad en que Jack se movía. Para el chico, aquella velocidad de disparo era muy difícil de esquivar aun siendo ágil y rápido, el cazador adivinaba sus movimientos, era como si para él todo se moviera en cámara lenta. Finalmente Jack logró acercarse lo suficiente para utilizar su hoz contra el rival, pero las armas del hombre le servían también para pelear cuerpo a cuerpo.

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