Capitulo 26: El Heraldo (Parte 2)

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En medio de montañas muy altas, sumamente tormentosas y nevadas, Jack Harris se hallaba caminando en lo que vendría siendo el mundo en donde se encontraba el ultimo fragmento del talismán. Le fue muy difícil conseguir los anteriores, ya que la bestia lo perseguía de forma implacable destruyendo todo lo que estaba a su paso. El chico estuvo a punto de morir en más de una ocasión, pero su increíble persistencia lo hacía superar cada ataque hecho por la bestia, sin embargo se le podía notar el cansancio en su rostro de calabaza.

Cada vez que daba un paso por ese nevado suelo el pie se le hundía por lo profunda que era la nieve, el frío viento golpeaba su cuerpo con tanta fuerza que lo ralentizaba aun más, y debido a la feroz tormenta; comenzó a llover nieve. Jack estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no sucumbir ante el cansancio, pero lamentablemente el último paso que dio fue el que lo hizo caer.

Estaba allí, tirado en la nieve mientras que esta poco a poco lo iba cubriendo con su manta fría y blanca. Entonces algo brillante apareció frente a él: era un ser alto con una túnica completamente blanca, su cabeza era tan redonda como una esfera y solo tenía un ojo pequeño y rojo en medio de la cara. Al instante aparecieron 4 más parecidos a él, todos rodearon al chico y bajaron sus cabezas al mismo tiempo para observarlo. Ninguno de ellos pronunciaba palabras, tal parece que se comunicaban por la mente, estuvieron dialogando entre ellos por varios minutos mientras el chico seguía inconsciente.

Mientras tanto, por la mente de Jack pasaba la misma imagen que vio cuando sostuvo el primer fragmento del talismán; aquel cometa, que volaba libremente por el cosmos. Jack podía sentir que estaba dentro de ese cometa, volando sin ninguna preocupación. Pero hubo algo que le llamó la atención: de repente el cometa comenzó a proyectar todos los recuerdos de Jack, o por lo menos de su vida humana. Pudo ver los recuerdos que tuvo con su madre, con su padre, con su amigo Peter, con el club de los renegados y con Liza. Por un momento comenzó a entender que solo se estaba preocupando por él mismo con esa idea egoísta y ambiciosa de convertirse en el ser más poderoso de todos, esa idea lo cegó tanto que olvidó por completo a las personas que se preocupaban por él, y aunque fueran pocas, era suficientes para que Jack entendiera el daño que se estaba haciendo a él mismo y a las personas que lo querían. Pero la camisa de fuerza que lo apresaba dentro de aquel cuarto de manicomio era más poderosa que el amor que sentía por ellas. Poco a poco el cometa se iba yendo de su mente.

Despertó en la cima de la montaña más alta, en donde se encontraba el templo que protegía al fragmento. Los seres que se le aparecieron cuando estaba tirado en la nieve se apiadaron de él y lo trajeron a su templo. Ellos estaban parados frente a Jack observando cómo despertaba, sin embargo Jack no se mostró agradecido, al contrario, se levantó de golpe, apartó a los seres de su camino y se dirigió al pedestal que guardaba el fragmento. Aquellos entes no intentaron detenerlo, solo se limitaban a ver lo que hacía. El chico extendió sus manos para hacerse con la última pieza del talismán. Entonces sintió que todo a su alrededor se congelaba, y los seres comenzaron a cambiar de color a un azul oscuro y brillante, luego de eso, empezaron a hablar con el chico

--¿Qué pretendes hacer con la pieza?—

--No es de su incumbencia—respondió

--Hemos guardado esa valiosa piedra por generaciones, no te permitiremos llevártela a menos que tengas un buen motivo—

--Debo destruirla a "Ella"—

Los seres se quedaron pensando por un momento y luego continuaron:

--Nosotros no aprobamos la violencia, somos pacíficos, y queremos que la pieza se mantenga así como nosotros—

--Ustedes no entienden nada, en este momento la bestia esta por destruir su mundo—

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