Capitulo Final: El lazo que nos une (parte 2)

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Un aura siniestra se podía sentir en el ambiente, había pasado una hora desde que Liza emprendió su viaje para buscar el gran poder que solo podía ser otorgado por el Heraldo, en este caso fue él quien la envió a buscar ese poder. Sin embargo también envió al espíritu del Cautivo para matarla. Nadie conocía el poder de este ser, ya que había pasado siglos encerrado. Antes de que Liza comenzara su viaje, el Cautivo le había dicho que le daría una hora de adelanto, y esa hora se había cumplido.

Desde el horizonte se podía observar un inmenso rayo de luz que se extendía hasta lo más alto del cielo, esa era la señal que Liza debía seguir. El barco "Quijada" se hallaba flotando en el aire, en ese mundo la gravedad era una ilusión que podía controlarse según la conveniencia del visitante, en este caso el barco se desplazaba de forma recta en dirección al rayo de luz. Todo parecía estar marchando a la perfección, lograron llegar a la isla flotante en donde el poder se hallaba puesto en la cima de una gran montaña en la cual se podía llegar mediante un camino en espiral que subía por sus bordes. El barco estaba muy por encima del suelo de la isla, así que lanzaron una cuerda y Liza bajo en ella lentamente llevándose a Chit en el bolcillo.

Pero de repente el barco comenzó a temblar de forma violenta, tanto que empezó a doblarse y a partirse como si una fuerza lo estuviera rompiendo como una galleta, entonces el barco estalló en una lluvia de maderos y tablas, y todos los que estaban a bordo murieron. La cuerda se rompió y Liza cayó al suelo

--¡¿Estas bien?!—dijo Chit

--Si—respondió Liza— ¿pero qué ha sucedido?—

Del cielo se pudo escuchar una risa macabra que hacía eco en el viento, era el Cautivo:

--¡Tenia siglos que no hacia eso, la verdad es que fue divertido!—dijo el ser oculto en la penumbra del cielo

--¡Corre Liza!—gritó Chit

La chica se puso de pie un poco adolorida por la caída y corrió hacia el camino que subía por la montaña, pero unas enormes tablas de madera provenientes de los restos del barco cayeron formando un gran obstáculo en el camino, y justo detrás de ella estaba parado aquel poderoso ser. Utilizando sus habilidades paralizó a la chica y la volteó frente a él para mirarla a los ojos:

--Has sido la humana más interesante que he visto en mis siglos de vida, me daría pena destruir ese bello rostro como hice con el capitán Maxwell, así que quisiera divertirme contigo antes de matarte—

El Cautivo colocó su mano en la frente de Liza y procedió dejarla inconsciente.

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Liza despertó dentro de un laberinto estrecho hecho con paredes de concreto y un techo descubierto que mostraba oscuridad total

--Liza—dijo un hombre de piel blanca, cabello castaño, ojos azules, que vestía con una camisa roja y pantalones azules

--¿Q-Quien eres tú?—

--Soy yo, Chit—

--¡¿Chit?! Pero... no eres...--

--...Un ratón, es cierto, parece que el Cautivo ha entrado dentro de nuestras mentes, en este lugar soy un humano. A decir verdad, se siente muy extraño volver a andar en dos patas, o mejor dicho, piernas—

--Pero ¿Cómo se que de verdad eres tú?—

--"Mago de las papas"—

--Si eres tú—

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