Night Valley

Capitulo 25: El Heraldo (Parte 1)

Amanecer del último día...

--Es la hora, el fin se acerca, si no la detienes antes de que llegue a nuestro mundo, todo habrá terminado—

--Presta mucha atención porque no lo repetiré; Ella pasará primero por tres mundos antes de llegar al nuestro, en esos tres mundos se encuentran los tres fragmentos del talismán, específicamente dentro de templos antiguos. Deberás llegar antes que ella a esos mundos y hacerte con los fragmentos...--

--...Una vez que hallas reunido los tres, deberás unirlos y utilizar su poder para destruirla. Pero eso es más fácil decirlo que hacerlo, ya te había dicho que su tamaño alcanza proporciones mas allá de lo colosal, y para que el talismán cumpla con su misión tendrás que  clavárselo en la cabeza...--

--...Ahora ve, cumple con tu misión—esas fueron las últimas palabras que le dio el Juzgador a Jack

El chico se posicionó en una larga plancha de madera puesta en el borde de la isla flotante. Colocó sus pies en la orilla de la tabla y asomó su cabeza para ver el enorme vacío abisal al que se iba a lanzar

--¿Crees que lo logre?—le preguntó el Juzgador al Relojero

--Si es verdad que puede crear portales interdimencionales, entonces no tendrá problemas en saltar. De lo contrario, las almas que habitan en el vacio podrían atraparlo y desaparecerlo para siempre si no logra crear el portal a tiempo...solo es cuestión de ver y esperar lo que pasará—

Jack se preparaba mental y físicamente para arrojarse en aquel vacio. Muchas cosas pasaban por su cabeza en ese entonces, pero se quiso enfocar solamente en la misión que tenia encomendada. Destruir a una criatura que es capaz de extinguir mundos en tan solo minutos era algo totalmente imposible, y él lo sabía, pero su ambición de convertirse en el ser más poderoso de todos lo hacía querer asesinar a la bestia.

Levantó sus brazos formando una cruz, y dejándose llevar por el viento se lanzó al vacío. Hubo un silencio abrumador dentro de su mente, ni siquiera sentía que estaba cayendo a toda velocidad, al contrario, sentía que todo iba lento, el chico parecía un grano de arena cayendo desde una altura enorme. Entonces, cuando ya estaba lo suficientemente profundo, desenfundó la hoz que llevaba en su espalda y la abanicó fuertemente en el aire; esta creó una especie de desgarro brillante que se hacía más grande hasta el punto de volverse un portal. El chico entró en este y automáticamente el portal se cerró.

Jack Harris, ahora convertido en un chico calabaza, se hallaba cayendo desde el cielo de un mundo nuevo: su cielo era amarillento y rojizo, la zona era totalmente boscosa y en ella habitaban grandes torres de piedra parecidas a los templos maya. Jack hizo un movimiento giratorio y aterrizó de pies encima de una torre sin sufrir ningún daño. Los templos estaban conectados por largos puentes de piedra, pero solo un templo era el que importaba. Justo al final de los grandes edificios, se hallaba uno que brillaba por dentro, ese templo era el que poseía la primera parte del fragmento. Al verlo, Jack comenzó a correr a toda velocidad desplazándose por los puentes y las torres, parecía que iba a lograrlo,

Pero,

El cielo comenzó a volverse extrañamente denso, y de este, aparecieron dos luces brillantes de color amarillo del tamaño de un estadio olímpico. Estas luces comenzaron a tomar la forma de una mirada enojada. Al instante Jack comprendió lo que eran...eran los ojos de la bestia. Aquella cosa soltó un colosal rugido, que hizo destruir las torres y los puentes.

Jack se seguía desplazando entre los edificios que aun se mantenían en pie, pero estos no tardaron en derrumbarse también, así que tuvo que saltar entre los escombros que caían como piedras gigantes. Afortunadamente la bestia no había notado la presencia de Jack, así que solo utilizo su rugido para destruir a aquel mundo.