Y ahí estaban ellos, entrenando y yo mirándolos desde lejos, ya era bastante tarde y ellos aún seguían entrenando. Al rato pararon.
Álex: Pero si tú no ibas a venir...
Valeria: Ya, pero tu hermano me ha convencido y he venido, dale las gracias, hombre cabreado.
Álex: Te quería pedir perdón...
Valeria: No, perdóname tú por no haberte dicho que sí, pero no quiero ser una distracción para ti, aunque no sé si lo seré porque no somos nada.
Álex: Pero me gustas y lo sabes, te lo dije en la cita.
Valeria: Ya, pero...
Álex: Ni ya ni yo, me gustas y es lo que te dije que necesito saber si podemos llegar a tener algo más que un lío o algo así.
Valeria: Ya, porque tu trabajo es complicado y yo no quiero ser molestia ya sabes.
Álex: Ya lo sé, pero tranquila ¿vale?
Valeria: Vale.
Álex: ¿Quieres darte una vuelta?
Valeria: El esguince.
Álex: ¿Cuándo tienes la cita para saber si lo tienes bien?
Valeria: En dos días.
Álex: ¿Te podré acompañar?
Valeria: Pues claro que sí.
Álex: Vamos a comer que tengo hambre y mientras nosotros estábamos de cháchara mi hermano ya se ha cambiado. Me voy a cambiar y ahora mismo salgo para irnos a comer.
Valeria: Vale.- Álex se va y aparece Marc.
Marc: Hola, ¿qué ya lo habéis arreglado?
Valeria: Sip, ya hemos arreglado lo que sea con lo que estuviésemos mal.
Marc: Mejor, porque el niño estaba con un morro de cabreado que madre mía.
Valeria: Seguro que no era para tanto.
Álex: Bueno que ¿nos vamos?
Nos vamos de Rufea a casa de Roser, a comer. Nos hace arroz con pechugas, la dieta de los deportistas. Álex y yo nos vamos a su cuarto.
Valeria: Oye Álex el fin de semana vienen mis padres, ¿entenderán que me haya montado en una moto otra vez, después de años sin montar?
Álex: Yo creo que sí, te gusta y yo creo que si se lo explicas te entenderán, pero no se lo puedes soltar de sopetón ''Mamá, papá me he montado en la moto de Álex y como soy una floja me caí me hice un esguince, pero ya estoy bien. ''-intenta imitar mi voz poniendo una voz aguda que parece que se ha tragado un silbato el niño este. Intento mantener la cara seria, pero cuando nuestras miradas se cruzan no podemos dejar de reírnos.
Valeria: Ay por Dios Álex eres único de verdad.
Álex: Ya me lo habían dicho alguna que otra vez.- le doy una colleja.
Valeria: Y luego resulta que las chicas somos las que nos echamos piropos a nosotras mismas, ¡qué todavía tienes abuela!
Álex: Nunca he entendido esa frase.
Valeria: Pues es que una abuela siempre presume de nieto o dice que su nieto es el mejor, el más guapo, el más de todo. Y luego las rubias son tontas, pero que el moreno este muy listo no es.
Álex: Te voy a echar de mi habitación como sigas así eh.
Valeria: Uy que miedo que me amenaza el hombre jirafa.
Álex: Valeria te estás pasando.- me dice con tono enfadado.
Valeria: Que es broma, que tú eres listo y no tienes ni un pelo de chica rubia, y tienes que reconocer que eres muy alto joe, que es broma.- Álex empieza a reírse, pero yo no entiendo la broma.
Álex: Lo mío también era broma tranquila.
Valeria: Vale, pensaba que me había perdido algo.
Álex: No, no, bua estoy cansado.
Valeria: Duermete, que yo me quedo aquí contigo hasta que te despiertes.
Nos metemos a su cama, pongo una almohada en vertical para apoyar mi espalda mientras Álex duerma y me recuesto. Álex se acuesta entre mis piernas y apoya su cabeza en mi tripa. Le acaricio el pelo y poco a poco se le cierran los ojos, de repente los abre.
Álex: No me has dado un beso de dulce siesta.- le beso en la mejilla.
Valeria: Dulce siesta.
Álex: Pero ahí no.- le doy el beso en los labios, un pico. Vuelve a cerrar los ojos y yo vuelvo a jugar con su pelo, su respiración se relaja. Yo me acurruco y me quedo dormida con él.
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La chica de Cervera
FanfictionValeria es una chica que vive en Madrid. Desde que tiene uso de razón pasa los veranos en Cervera. Conoce a los pilotos pero desde hace 7 años que no los ve. Ellos tienen un vago recuerdo de ella. Marc aún se acuerda más de ella, tenía 15 años, pero...