Capítulo 31

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Abrazo a Álex cual mono. Me da la mano y vamos para dentro, vamos a donde está el señor que cuida la perrera. Nos acompaña a mirar perros y nos va diciendo cuanto tiempo llevan en la perrera y nos cuenta su historia. Llegamos a un perro que no tiene alegría por que lo escojan, no se quiere ir, a diferencia de los otros que botan de alegría por que los escojan, está al final de la jaula.

Valeria: Quiero ese perro.

Señor: No creo que viva mucho tiempo, lleva aquí dos semanas, nos lo encontramos con su madre, su madre había sido maltratada y golpeada hasta que la mataron, este perro corrió mejor suerte y lo salvamos. Tiene cuatro meses más o menos, pero está muy débil.

Valeria: Lo quiero.

Álex: ¿No crees que sería mejor seguir mirando y luego decidimos cuál es nuestro perro?

Valeria: Quiero darle una segunda oportunidad a este perro y lo voy a elegir ahora, en 10 minutos o en 10.000 años.

Álex: La señorita ha hablado, nos lo llevamos.

Señor: Vale, vamos a pasarle el reconocimiento médico, ¿podéis esperar una hora?

Valeria: Sí, claro. Álex podemos ir a comprarle sus cosas para nuestras casas.

Señor: ¿Cómo la vais a llamar? Es hembra.

Álex: Alva con v.

Señor: Muy bien, pasaros en una hora más o menos.-salimos de la perrera.

Valeria: Gracias por hacerme feliz Álex.

Álex: Gracias a ti cariño, por todo. ¿Qué tal si vamos a una tienda de animales para comprarle las cosas a Alva?

Valeria: Vale, ¿dónde va a vivir?

Álex: Te he dicho antes que contigo, además yo con las carreras y eso no podría llevármela a cualquier parte.

Valeria: Vale, ¿y qué pasa si algún día lo dejamos?

Álex: No pienses en esas cosas y ahora a comprarle cositas.-nos montamos en el coche, nos dirigimos al centro comercial. Llegamos a la tienda y compramos lo necesario para un perro, cuencos para comida y agua, correa y collar para salir a pasear, juguetes, comida y una cama. Vamos a pagar.

Valeria: Álex pago yo...

Álex: Lo siento, pero no.-saca el dinero antes que yo y se lo da al cajero.

Valeria: Déjame pagarte la mitad aunque sea.

Álex: Que no te voy a dejar pagar nada, pesada...-le doy una colleja floja.- No empieces como mi hermano, que a una chica no la puedo pegar.

Valeria: Mejor.-veo varias tiendas de ropa y la verdad es que me apetece entrar, pero no quiero incomodar a Álex con más gente pidiéndole autógrafos o fotos, es mi chico y lo quiero sólo para mí.

Álex: Sé que estás deseando entrar...

Valeria: Otro día, prefiero disfrutar de mi perrita.-ya ha pasado un rato así que decidimos volver. Entramos y está el mismo señor que antes.

Señor: ¿Vienen a por su perra?

Valeria: Sí.-se va por una puerta y nos trae a la perra atada de una cuerda, le cambiamos el collar y la correa y nos la llevamos. La metemos al coche con mucha paciencia porque no se quiere subir y luego nos montamos nosotros. Cuando Álex pone el coche en marca Alva empieza a temblar de miedo, Álex para el coche y me pongo atrás con ella. La acaricio y la tranquilizo hasta que llegamos a Cervera. Yo cojo a Alva y Álex las cosas de la perra que puede. Entramos a casa y mi madre sale con una sonrisa.

Mamá: Que sorpresa, ¿no?

Valeria: ¡¡¡Mamá gracias!!!-voy corriendo a abrazarla.

Mamá: Dáselas a Álex.

Álex: Me lo ha dicho mil veces durante el viaje.

Valeria: Por una más.-voy hacia él y le doy las gracias a milímetros de los labios. Me pongo de puntillas y lo beso, es un simple roce, pero lo demuestra todo.- Te quiero Álex.

Álex: Y yo a ti mi princesa.

La chica de CerveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora