La chica de Cervera

Capítulo 13

Me pongo una chaqueta y cojo un bolso negro grande.

Álex: No hace falta que cojas bolso.

Valeria: Pero no lo vas a pagar tu todo.

Álex: No voy a pagar nada.

Valeria: ¿Qué? ¿Dónde tenemos la cita?

Álex: Sorpresa.

Valeria: No me gustan las sorpresas...

Álex: Espero que esta sí, pero necesito que te tapes los ojos, tiene que ser una sorpresa todo.

Valeria: Vale.- me da una cinta con su olor y me la ato en la nuca.

Álex: ¿Ves algo?

Valeria: No.- noto unos labios húmedos sobre los míos. Al principio me asusto un poco, pero es solo un pico, no va a más.

Álex: Perdón pero tenía que hacerlo.

Valeria: No pasa nada, tal vez yo quería que me besaras. Por cierto limpiate los labios seguro que te los has manchado.

Álex: ¿Cómo lo sabes si no ves?

Valeria: Porque es rojo y mancha mucho.

Álex: ¿Tu confías en mi?

Valeria: Sí, ¿por?

Álex: Por nada.- me da la mano. En un momento concreto me la suelta y me coge. Va andando unos minutos hasta que me baja.

Álex: Bueno...eh...ya hemos llegado.- me quita la cinta de los ojos, ha oscurecido un poco. Me hago a la luz. Veo un campo verde, estoy frente a una mesa con un par de velas encendidas, dos platos y dos copas. Hay un centro de rosas de papel, son preciosas.

Álex: Con las rosas me ha ayudado mi madre, la comida la he preparado yo y Marc y mi padre me han ayudado a traer las cosas aquí.

Valeria: Gracias, es perfecto. Eres perfecto.- mierda lo he dicho en voz alta, era un pensamiento, no era para decirlo cerebro tonto.

Álex: ¿Te sientas?- pasa por alto lo que he dicho y me retira la silla cual caballero para que me siente. Me siento y se dirige a dónde hay unas bandejas, supongo que la comida. Trae una botella de vino Rioja. Me va a servir una copa cuando pongo la mano.

Valeria: No puedo tomar alcohol.

Álex: ¿Cómo que no? ¿Estás embarazada y no me lo has dicho?

Valeria: No idiota, soy menor de edad, tengo 17.

Álex: ¿17?

Valeria: Sí, 17 años, ¿es un problema o algo?

Álex: No, no, no, es sólo que no los aparentas.

Valeria: Gracias por llamarme vieja.

Álex: No he querido decir eso y lo sabes.- me sirve vino igualmente.

Valeria: ¿Pero tu me oyes?

Álex: Vamos mentirosilla, como si nunca hubieras bebido.

Valeria: Pues...

Álex: No me digas que no.

Valeria: Que sí, que te vacilo.

Álex: Eres tonta.

Valeria: Ya, ya lo sé.

Damos un sorbo a la copa y va a por la cena. Me sorprende con una lasaña. Sirve un trozo en cada plato. Tiene una pinta para chuparse los dedos. Empezamos a comer y a mi se me escapa un gemido de lo rica que está.

Valeria: Mmmmm, joder vas a venir a cocinar a mi casa.

Álex: Exagerada.

Valeria: ¿Pero tu tienes algún defecto? Sabes cocinar, pilotas de lujo, besas bien, bueno el pico, eres romántico, guapo... Lo tienes todo, ¿y tú dices que no tienes novia?

Álex: Jajajajajaja, no, no tengo.

Valeria: Pues no sé porque.

Álex: Tal vez porque la chica no fuese la adecuada.

Valeria: Tal vez sea eso.

Álex: ¿Y tú de amores que tal?

Valeria: No me puedo quejar, a ver he tenido dos novios y algún lío. Uno de los novios se lo he presentado a mis padres, pero yo ya no quiero nada con él y me acosa.

Álex: Es que tu belleza es digna de seguir.

Valeria: No me digas que voy a tener a otro acosador...

Álex: Yo no seré tu acosador, seré tu amigo-acosador.

Valeria: No eh.- sirve más vino- Tú lo que quieres es emborracharme.

Álex: No, jajajajajaja, es sólo que el vino acompaña la comida.

Valeria: O es que eres un borracho al que le encanta beber vino de cartón.

Álex: ¿Eso piensas de mi?

Valeria: Que no, que te vacilo, otra vez.

Terminamos de cenar y nos levantamos. Álex saca una manta de a saber dónde y la extiende en el suelo. Nos tumbamos juntos pero sin llegar a tocarnos, yo tengo un poco de frío y me abrazo a mi misma. Sin decir nada Álex me atrae hacia él, nuestras caras quedan separadas por milímetros, siento su respiración en mi boca, mira mis labios y acorta distancias.